Little cotton candy

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El día de Guanlin había comenzado demasiado bien para ser verdad. El despertador sonó sin asustarle demasiado, el sol ya estaba comenzando a salir y simplemente se había levantado de buen humor. Fue directo a la cocina y buscó la caja rosada para empezar a preparar el almuerzo que, como todos los días, le llevaba a Jihoon. Aunque este aún no se diera cuenta que él era el encargado de llevarlo todas las mañanas a su lugar, de todas maneras lo ponía feliz el verlo disfrutar de la comida con una sonrisa, eso era lo que lo motivaba a seguir casi madrugando para tener todo listo a la hora.

Por alguna razón ese día tuvo la valentía de no permanecer tan anónimo, y después de poner la usual nota con el destinatario de la comida, le agregó también una pequeña pista de su identidad, la cual dudó en escribir, ya que aunque esta fuese muy confusa, sabía que Jihoon la descubriría fácilmente, pero confió en sí mismo, y en la parte superior del papel café puso dos iniciales.

"L.L."

Las escasas veces que el chico le había llamado Linlin habían bastado para que ese fuese ahora su sobrenombre favorito. Pero si quería permanecer oculto, debía ser muy precavido, por tal motivo, pensó que aquellas iniciales serían buena opción.

Tenía el presentimiento de que ese sería un buen día.

Pero muchas veces, las cosas no salen como uno las planea. Aunque no había nada diferente en el horario en el que Guanlin salió de su casa, esta vez no era la única persona que se encontraba en el instituto a esa hora. Inmediatamente casi antes de entrar escuchó risas, pero no ese tipo de risa que te hace sentir feliz, si no ese tipo de risa inquietante, de la que sea como sea quieres escapar.

Al principio se puso un poco nervioso por si alguien estuviese cerca de su destino, pero comenzó a respirar de nuevo al ver el lugar en completa soledad. Intentó caminar hacia el pequeño escalón de la entrada, pero sin que se diera cuenta, su pie izquierdo topó con algo, lo que le hizo perder el equilibrio y estamparse contra el suelo.

El golpe de principio lo desorientó un poco, pero se pudo dar cuenta que no le dolía nada. Buscó la bolsa donde guardaba la caja de almuerzo pero no estaba por ningún lado en su campo de visión, al apoyarse sobre sus manos para poder levantarse, escuchó una voz que hizo que su estomago comenzara a dar vueltas.

-"¿Buscabas esto?"

-"Dame eso, es mío."

Sus hombros comenzaron a temblar de una manera realmente fuerte, se sentía patético por tenerles miedo en lugar de defenderse, pero no tenía idea de como hacerlo, hace mucho no lo molestaban, y afortunadamente había dejado de tener interés en aprender a defenderse ya que no lo consideraba necesario ya, ahora se retractaba fuertemente de su decisión.

-"Vaya, te has vuelto más valiente ahora que ya no tienes a Park para defenderte."

Guanlin soló vio la pequeña caja rosada estrellarse contra el piso vaciando todo su contenido, para luego sentir el impacto en su estomago.

                                                                                              .

Ese era un día normal para Jihoon. Se despertó antes de la hora que siempre lo hacía, pero ya no le vio caso seguir durmiendo y se preparó para irse al instituto. Las pruebas de ingreso a la universidad estaban cada vez más cerca, y aunque su sueño era entrar a la universidad nacional para estudiar gastronomía, eso no quitaba que tuviese que estudiar las otras asignaturas que llevaba.

Todo estaba en perfecto estado, pero de alguna forma se sentía extraño. Algo dentro de él le decía que debía llegar lo más pronto posible, algo no marchaba bien y había decidido no ignorar ese tipo de advertencia. Dejó su bicicleta en el lugar acostumbrado y empezó a escuchar risas, las que conocía demasiado bien y le revolvían el estomago.

Qué demonios estarían haciendo ahora.

-"¿Te vas a negar a decirnos de quien es esto? Pero mira que lindo está, no podía esperarme nada más tonto de ti."

Jihoon caminó hacia donde el grupo de chicos se reunían en una especie de circulo, vio un pequeño bulto en medio de estos, al que se encargaban de empujar con el pie mientras se burlaban hablando con sarcasmo. Se acercó lentamente hasta que reconoció a quien se encontraba abrazando fuertemente a un pedazo de plástico hecho añicos. Desde la primera vez que conoció a Guanlin este había sido más alto que él, sin embargo eso no quitaba que muchas veces pareciera un bebé, que siempre en Jihoon nacía la necesidad de protegerle, aunque nunca jamás lo fuese a admitir.

Oh no, con Linlin si que no.

Sin detenerse a pensar lo que había dicho, ni lo que iba a hacer, tomó del brazo a quien era el encargado de escupir esa clase de veneno hacia todos los que conocía, lo torció como si de un trapo mojado se tratase hasta que se empezó a quejar.

-"¿Qué estás haciendo idiota? ah pero si es Jih-"

Antes de que pudiese terminar de hablar, ya estaba en el suelo. Los demás que se encontraban ahí, corrieron hasta donde se encontraba el chico quejándose de la torcedura de su brazo. En cuanto lo soltó, Jihoon tomó con cuidado a Guanlin del brazo y lo ayudó a caminar. Aún sollozaba silenciosamente y no soltaba el pedazo rosa de plástico que agarraba fuertemente con su mano.

Estaba asustado, como recordaba nunca haberlo estado. Se aferraba al chaleco de Jihoon como si vivir dependiera de ello. 

-"Linlin, te prometo que todo estará bien, no tienes que tener miedo, ya estoy contigo."

Guanlin sintió como el dolor de su abdomen disminuía cada vez más, el raspón en la mejilla ya no ardía como antes y pensó, al mirar a Jihoon, que seguramente estaba soñando. La enfermería estaba cerca de su aula, así que ahí se encontraron con un Daehwi bastante preocupado ya que no encontraba a su amigo por ninguna parte.

-"¡Linlin! pero qué ¡¿Qué diablos le hiciste?!"

-"No, Dae, él..."

Daehwi parecía un fantasma luego de verle en aquel estado, ayudó a Jihoon a llevarlo hasta la enfermería, realmente ambos estaban preocupados sobre su estado, y Daehwi tenía muchas preguntas, pero no era el mejor momento para hacerlas.

-"Por favor, cuida de él, no lo dejes solo nunca. No me tardaré, Linlin, lo prometo."

Guanlin no sabía exactamente que era lo que Jihoon había hecho mientras estaba ausente, según lo que Daehwi le contó, pasó un buen rato en la oficina del director con otros chicos, presuntamente aquellos que se encargaban de molestar a Guanlin. Prefirieron no hacerle ningún tipo de pregunta a él hasta que se recuperase, pero la noticia del día en todo el instituto no pasó desapercibida por nadie.

"¿Escuchaste sobre la pelea del alumno más brillante de la clase?"

"Escuche que se peleó por una chica"

"¿Quién es Linlin y por qué le llamó pequeño algodón de azúcar? ¿Es nueva en la escuela?"

"Park no es así de cursi ¿Seguro que escuchaste eso?"

Jihoon le había prometido a Guanlin cuidarlo, por lo menos ese día. No habían hablado de nada, ni siquiera del visible golpe que llevaba Jihoon debajo de su ojo izquierdo.

-"Gracias por no dejarme sólo, Jihoon."

No le respondió, pero con algo de esfuerzo, le sonrió.

"Nadie se mete con mi pequeño algodón de azúcar ¿entendiste?"

                                 🌻
Creo que es lo más largo que he escrito hasta ahora ;-; hoy no tengo mucho que decir, espero que les esté gustando la historia y que las cosas no vayan fluyendo ni muy rápido ni muy lento.
¿Vieron el pelito rojo de Jihoon? AHSJSJSKSKSJDN; -;;;
¡Muchas gracias por leer!🌸

Sweet as you; PanwinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora