Sweet as you; Panwink

Unexpected Taste

El portazo fue suficiente para asustar a Jihoon aunque él mismo lo hubiese provocado. Tenía la respiración agitada y aún le temblaba la mano. Acababa de dejar a Guanlin justo en la puerta de en frente después de que durase alrededor de 15 minutos con las manos aferradas a su cintura y la cara pegada contra su espalda.

Su corazón latía con demasiada fuerza, por lo que tuvo que sentarse a recuperar el ritmo de sí mismo.

No le gustaba Guanlin, o al menos eso pensaba hasta ese día. Por más tonto que pareciera, todas esas reacciones extrañas de su sistema nervioso delataban sus verdaderos sentimientos por el más alto. Pero no lo admitiría en voz alta, al menos no por ahora.

Subió a su habitación sumido en su propia cabeza y el recuerdo del olor a vainilla que su vecino poseía, olor que, gracias a la cercanía que su bicicleta los obligaba a mantener, percibía con toda la claridad del mundo. Lanzó su mochila a cualquier lugar de la habitación que por azar tuviera como destino y se echó de espaldas sobre su cama, no pudo evitar sonreír al recordar todos los momentos en los cuales se enfadaba con su amigo por acostarse en esta sin su permiso.

Con cuidado se levantó de la cama y lo siguiente que sus ojos percataron, cambiaron su sonrisa por una mueca de curiosidad. La vista de Jihoon no era la mejor, pero estaba seguro de lo que estaba viendo. Un chico que le sacaba varios centímetros de estatura a Guanlin se encontraba frente a su puerta sentado en una motocicleta que seguramente era costosa. El más chico de ambos salió a recibirlo con una gran sonrisa y ese brillo característico que siempre tenía Guanlin. Después de una no tan marcada reverencia, éste le dio la mano y subió tras de él en aquella lujosa motocicleta y se colocó un casco que el mayor se encargó de asegurar estuviera bien colocado.

La cabeza de Jihoon se empezó a llenar de preguntas pero no le surgía ninguna respuesta. ¿Había visto a aquel chico por el barrio o el instituto? No, la chaqueta claramente era de la universidad de la ciudad. Pero... Quizás era amigo suyo de Taiwán o su hermano ¿Linlin tiene hermanos?

Con los pensamientos hechos un lio, tomó su celular y marcó el primer número que se le vino a los recuerdos. La voz de Minhyun se escuchaba un poco diferente a como lo recordaba, pero entiendanlo, su hyung ya estaba en la universidad por lo que sabía lo ocupado que estaba y no quería molestarle. Además que tampoco quería quitarle el poco tiempo que tenía para ver a Jonghyun después de todo el trabajo que le había costado unirles.

-¡Jihoonnie! Que bueno escucharte de nuevo ¿Te puedo ayudar en algo?

-Emm hyung... ¿Puedo preguntarle algo? ¿Sobre una persona?

A la velocidad de la luz Jihoon se preguntó por qué le interesaba saber tanto la relación de esa persona con Guanlin y quién rayos y centellas era, ignoró por completo eso cuando volvió a recordar las sonrisas de ambos. Pero no lo malentiendan, por supuesto que se alegraba de ver a la persona que tanto le gusta ser feliz. Realmente ese era el principal motivo de su interés.

Antes de que Minhyun pudiese contestar algo, Jihoon siguió hablando.

-Creo que va a la misma universidad que usted. Es alto, y muy guapo, y maneja una motocicleta, sí, una negra. ¿Lo conoce? ¿Sabe su nombre?

-Ahh ¿no recuerdas otra cosa, Jihoonnie? Realmente no creo poder encontrar a una persona con solo esas características.

La respiración frustrada de Jihoon se escuchó por la línea del teléfono haciendo que Minhyun levantase una ceja.

-¿Para que lo necesitas? ¿Te hizo algo?

-No... Es que- no se creía capaz de lo que iba a hacer, probablemente ahí quedaría su dignidad como persona si Jinyoung se llegase a enterar del berrinche por celos que acababa de armar- hace rato vino por Linlin y ambos se veían muy felices, no es que yo no quiera que mi algodón de azúcar no sea feliz, es solo que, estoy tratando de aceptar lo que siento por él porque ¡no es fácil, hyung! Linlin realmente se ha convertido en alguien demasiado importante para mí y no quiero ser egoísta ¿sabe? Con él no, solo quiero saber si debería darme por vencido y dejarlo ser feliz.