Archivo #24: Los monólogos son sintomas de locura.

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[19/04/28, 08:35 E - Kerguelen]

Todavía no me acostumbro a esa "E"...

Otra mañana empezaba en la base. El desayuno ya había pasado y era hora de seguir con las tareas de todos los días.
- E: ¡Fire Edge! ¡Fire Edge! ¡Fire Edge!
- B: ¡Ice Spikes! ¡Ice Spikes! ¡Ice Spikes!
- K: ¡Stone Spikes! ¡Stone Spikes! ¡Stone Spikes!
- A: ¡Wind Wave! ¡Wind Wave! ¡Wind Wave!
- L: ¡Taser! ¡Taser! ¡Taser!
- Z: ¡Oigan! ¡¿Cómo les está yendo con ese entrenamiento?!
- A: Bien... Creo.
- Z: ¡Bien, yo voy a estar en el laboratorio por si necesitan algo!
- E/B/K/A/L: Entendido.

Hacía poco me habían llegado mis pedidos de armamento. Lockheed y FN eran nuestros principales armamentistas... Casi que, si fuéramos un equipo deportivo, serían nuestros sponsors.

- A ver, a ver... ¿Que tenemos acá? De FN recibimos repuestos para los P90, para los F2000, cartuchos para ambas armas y... ¡Acá están! ¡Los SCAR que había pedido! Esto era lo que necesitaba.

Veamos, los SCAR que pedí eran dos SCAR-H, osea, la versión pesada del fusil. Uno, además, traía un paquete de adaptación para hacerlo un rifle de tirador designado. Ustedes se deben estar preguntando, ¿Para que todo esto?, Bueno...
Después de las fallas del Ballista y del Minimi en la última operación, fallas tácticas, no técnicas, pensé que tanto Anton como Kau iban a necesitar armamento fácil de usar, como lo tenían Eric, Bruno y Luka.
Ahora, con estas nuevas armas, iban a poder manejarse... Por ahora.

- Este capítulo va a terminar siendo un monólogo, estoy seguro de eso.

Las cajas de Lockheed eras las siguientes. Las armaduras de los chicos eran bastante útiles, si, pero eran prototipos. Qué no tuvieran traductor era algo que no me esperaba, siendo que las últimas armaduras de Lockheed si lo llevaban. Ya no me importaba, ya se lo había puesto, pero tenían más cosas que cambiar.
- Placas de protección nuevas, sensores ópticos nuevos, ranuras de armamento, antenas nuevas, chips de transmisión, y unas cuantas herramientas... Creo que era todo lo que les pedí.

Y ahí, mi niño interior salió de su cueva y empezó a jugar con cada una de las armaduras.
- El sensor óptico viejo solo tenía visión nocturna, ahora el nuevo lleva visión nocturna y térmica. El aislante térmico tengo que cambiarlo por uno más con más grados de resistencia. El sistema de comunicaciones voy a cambiarlo por este otro, que es mucho más cómodo, y de paso agrego el anulador de ruido ambiental... ¿Qué más puedo hacer?

Las armaduras estaban todas separadas, todas las piezas por acá y por allá. El laboratorio tenía más tuercas que una ferretería con ofertas.
- A ver... Las ranuras de armamento las voy a colocar en las armaduras de Kau y de Anton, así pueden llevar tanto el SCAR como el Ballista o el Mínimi. Voy a tener que agregarles bolsillos o mochilas para que puedan llevar más armamento... ¿Tendré alguna acá?
Efectivamente, tenía. Cómo había dicho, se las agregué a sus armaduras.
- Será mucho peso, pero bueno, les servirá para entrenar.

Arreglos, cambios, inventos, decoraciones y vaya a saber qué otras cosas estaba haciendo en cada una de las armaduras.
-

Veamos, les quiero dar algunos detalles para distinguirlos en combate. Voy a dejar el color negro como color de base y les voy a agregar algún color para diferenciarlos. Hmm... Rojo para Eric, azul para Bruno, amarillo para Kau, verde para Anton y púrpura para Luka. Creo que tengo todos esos colores en el armario.

Por suerte, los tenía. Pase un buen rato pintando cada una de las partes necesarias.
- Ya que estoy en esto, ¿Les agrego su logo? Hmm... ¿Por qué no?

El logo del equipo. Tradicionalmente, era lo único que permitía distinguir a un escuadrón, pelotón, sección, compañía, batallón, regimiento, brigada y como mucho, una división. Y todavía, salvó que sean de un equipo de fuerzas especiales, y no todos lo hacen, el logo o parche es la única distinción.

Ya tenía todas las piezas listas, ya estaba todo pintado. Solo faltaba que se secaran y ya estaría todo listo.
- Bueno, ahora sí, puedo empezar con aquell...
- Ziro. - Kau, que abría la puerta del laboratorio, me interrumpía. - La comida está hecha.
- Ah, gracias Kau, ya subo.

Bueno, a veces es necesario descansar y despejarse por un momento. Y la comida es de las mejores soluciones para esto.

Qué Kau y Eric se encargarán de la comida cada tanto me daba el tiempo suficiente para poder divertirme haciendo esto, inventar y diseñar.
De hecho, si no fuera por mi poder, razón por la cual estoy en operaciones especiales, estoy seguro que estaría en algún batallón de ingenieros.

Varias veces me he preguntado, ¿Que hubiese pasado si no tuviera este poder?

- Z: Kau, la comida estuvo muy buena.
- K: Gracias Ziro.
- E: Bueno, ¿Volvemos a entrenar?
- B: ¡¿Tan pronto?!
- Z: Para, para, calmense un poco, no se saturen.
- A: Apoyo a Ziro. Yo diría que nos tomemos todo lo que queda de día.
- Z: Bueno, tampoco para tanto. Quédense una hora u hora y media y volvamos a nuestras tareas.
- L: ¿Vas a volver al laboratorio?
- Z: Si, todavía no terminé de hacer esas cosas.
- A: ¿Qué estás haciendo en el laboratorio?
- Z: Luego les muestro.
- B: Vamos, vamos, ¡Dinos qué estás haciendo!
- Z: Tranquilos, ya les mostraré, y quédense seguros de que les va a gustar.
- K: ¿Qué vamos a hacer?
- B: ¡Jugar!

Estuve ahí, tirado sobre uno de los sillones de la sala durante una hora aproximadamente. Cuando me di cuenta, preferí retirarme de nuevo al laboratorio.
- Bien, ¿Esto está seco?... Si. Bueno, hora de armarlas de nuevo.

Y como a todo juguete, una vez que se usa, hay que volver a guardar todo... Aunque de niño nadie nunca lo hizo.
- Pectoral derecho, listo. Pectoral izquierdo, listo. Placas abdominales, listas. Y el resto, ya colocado. Bueno, armadura uno de cinco. A seguir trabajando.

Pasaron no sé cuántas horas hasta que termine de armar todas las armaduras. Ya por fin, era hora de aquella.

Ahh... esa bella armadura que uso desde hace ya tanto tiempo. Aquella que use en tantos saltos, tantas batallas, tantas operaciones. Aquella que vengo usando desde que me gradué, hasta el día de hoy.
Ya era hora de hacerle un mantenimiento.

Igual que a las anteriores, había que desarmarla completa, y lo peor, es que está lleva muchas piezas móviles. ¿Eso me molestaba? Para nada, porque esta es mi armadura favorita.
- Sistema flexible tres del antebrazo derecho, desarmado. Cuatro, desarmado. Cinco, desarmado. Ahora con los siguientes.

Los cambios no dejaban de venir a mi cabeza.
- Tendría que cambiar la batería por una de siete cristales y sacar el de cinco, pero tampoco tengo los de tres para las funciones auxiliares... Va, lo dejo para la próxima.

Las armas incluidas también había que darles mantenimiento.
- ¿Dónde dejé la lima de diamante? ¡Esta espada no se va a afilar sola!

A diferencia de los chicos, yo no uso armas de fuego... O no siempre por lo menos. Mi armadura es mi arma, y con ella combato, a mano limpia o con armas blancas. Actualmente llevo dos cuchillos tácticos, un sable corto y un sable largo.
¿Víctor mencionó que me gustan las cosas japonesas? Bueno, ya saben a qué sables me refiero.

Muchas horas más pasaron hasta que termine con su mantenimiento... Y los cambios que se me ocurrió hacerle.
- Z: Ahh... Ziro Maximovich Zakazat, lo has hecho de nuevo. Black Mamba model 4 version 23, reluciente como el día que la saqué de Lockheed.
- Transmisión Inminente: Base N°1
- V: ¡Ziro!
- Z: ¡¿Victor?! ¡¿Para que me llamas?!
- V: ¿Cómo que para que te llamo? ¿Acaso no viste la hora?
- Z: Ehh, no... A ver.

[20/04/28, 00:04 E - Kerguelen]

- Z: ¿Esperaste a que fuera esta hora acá?
- V: Claro.
- Z: ¿Qué hora es allá?
- V: Las tres de la tarde.
- Z: Llámame cuando sea hora allá y no molestes.
- V: Mínimo ven a Nueva York, acá todos te extrañan.
- Z: Si, si, algún día iré para allá de nuevo.
- V: Bueno, mientras tanto, ¿Lo puedo hacer?
- Z: Ahh... Si, que más da, hazlo.
- V: Bien, entonces... ¡Feliz cumpleaños Ziro!

U.N.A.F.: Seventy SevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora