Archivo #01: El relámpago de Moscú.

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[08/02/28, 03:18 (UTC-4) - Territorio Internacional de las Naciones Unidas (Nueva York, EEUU)]

De vuelta en Nueva York, sede central de las Naciones Unidas, mi charla con Víctor fue bastante buena y productiva:
- No, no y no, definitivamente no voy a reclutar a estas personas.
- Pero Ziro, te estamos ofreciendo los mejores soldados que todas las bases te pueden ofrecer. Mira a este, Isaac Romagna, Cabo de la Base N°16, elemento Tierra, posición SupWiz. ¿Que te parece?
- No necesito ratas de laboratorio con altos índices de esteroides y que en vez de cerebro tengan un chip que les diga "Toda orden es correcta". Quiero personas que piensen por sí mismas, que no necesiten a alguien que los maneje en el campo como si fueran peones para que la operación salga bien.
- ¿Acaso en el ejército no hay que seguir órdenes?
- ¿Cuántas veces yo seguí órdenes?
- ...
- ...
- Lo peor es que tienes razón. -Ese momento de felicidad que te da cuando ganas una discusión no te lo da ningún otro sentimiento. - Bien, entonces, si rechazas a todos estos soldados, ¿Que piensas hacer?
- Elegir yo mismo a la gente, cara a cara, como se hacía antes.
- Eso es una locura, ¿Sabes cuánto tiempo te va a tomar eso? ¿Acaso sabes, mínimo digo, por donde empezar?
- En un lugar que tanto a vos cómo a mí nos trae muchos recuerdos. Prepárame un avión, voy a estar volando alrededor del mundo.

[08/02/28, 07:32 (UTC+3) - Moscú, Rusia]

Rusia, mi querido hogar... O eso me gustaría decir. Realmente los Zakazat no me quieren, pero bueno, ese problema quedará para otro día.

Queria que la primera persona que reclutaba para la base fuera de acá, no, tenía que ser de acá. Los soldados rusos en general siempre se han resaltado por sus acciones, y los últimos tres soldados más poderosos han salido de esta nación.

Habíamos llegado hacía poco. Víctor antes de partir me avisó que ya se habia contactado con un conocido suyo y que él me mostraría los novatos de ahí.

- General Zakazat, bienvenido. El general Bogdánov nos avisó de su llegada y de sus razones para estar por aquí.
- Bien, con que Víctor ya les aviso, bien eso ahorra muchos problemas. ¿Tienen a los novatos preparados?
- Por supuesto, están en el campo de entrenamiento. ¿Me acompaña?.
- Perfecto. Ah, por cierto, solo dígame Ziro, este...
- Volkov, Coronel Volkov. Y sus órdenes son recibidas.

La informalidad no es algo que sea bien llevado en el ejército, especialmente en los altos rangos. Pero bien dije antes, siempre respetan las órdenes, y mi distintivo decorado con oro y laureles me daba un poco más de poder.

La base N°38 sigue igual de como la recordaba, grande, fría, pero con un espíritu de lucha que se olía en el aire. También se podía oler el aroma del shchi o el soliankass que salía del comedor de la base. Los grandes salones decorados, con recuerdos de lo que alguna vez fue la U.R.S.S. y de lo que ahora es Rusia. Todos lugares en los que paseaba en mi niñez.

Por fin, después de un corto paseo por la base, llegamos a ese frío campo de entrenamiento

- Acá están, los mejores soldados que la Base Sov... Rusa, occidental, le pueden ofrecer.
El hecho de que casi dijera "Soviética" me preocupo un poco, pero preferí no hacer ningún comentario.
- Bien, bien. A ver, par de gorilas hiper desarrollados, les voy a estar haciendo un par de preguntas y quiero que me las respondan bien. ¿Se entendió?
- ¡Sí señor!
- Bien, primera pregunta. ¿Cuánto es dos más dos?
- ¡Cuatro, señor! - Su seriedad al responder me hacen querer reír.
- Bien, siguiente pregunta. ¿Cuántos son los tipos elementales que existen?
- ¡Cinco, señor! - En parte habían fallado, en total son siete, sin contar el mío, pero como dos son rarezas casi inexistentes, decidí hacer caso omiso.
- Bien, última pregunta. ¿Cuál es la Constante de Coulomb?
- ...
Su silencio era algo que me esperaba. A menos que te especialices en ingeniería, no es algo que todos conozcan.
- General Ziro, le pido disculpas por la ignorancia de nuestros reclutas, le prometo que para el año que vien...
- Eh, señor, con todo respeto, lamento no haber hablado antes, - Un pequeño novato se levantaba entre la multitud de gente - pero el hecho de que nos llaman ignorantes no puedo soportarlo. Y, aunque generalmente no estudiemos algo más alla de lo que es necesario, le puedo decir que la constante de Coulomb es nueve multiplicado por diez elevado a la novena potencia.
- ¿Puedes repetir eso, por favor?
- ¿Que la constante es nueve multiplicado por diez elevado a la novena potencia?
- ¡Exacto! ¡Esa es la respuesta! ¿Cuál es tu nombre, soldado?

- Luka, Luka Mikhailov, señor.
- Bien Luka, ¿Me acompáñas un rato?
- ¡Sí señor!
- El resto puede retirarse, y sigan entrenando duro.
- Si, señor. - La tristeza del resto ahogaba el campo.

Había encontrado al primer soldado de la base, la poderosa madre Rusia no me había fallado. Era un miembro decente, tranquilo e inteligente.
- Bien Luka, dime, ¿De dónde conoces la constante de Coulomb?
- Soy tipo eléctrico señ...
- Ziro.
- ¿Eh?
- No necesitas ser tan formal, así que solo dime Ziro.
- Entendido, señ... Ziro.
- Bien. ¿Qué me decias de tu poder?
- Ah, si. Soy de tipo eléctrico, así que decidí aprender un poco sobre electricidad para saber manejar mis poderes.
- ¿Y como te fue?
- No tan bien. Primero pensé en crear un chispazo, pero ni eso me salió. De hecho, mi control de poder es mucho menor al promedio.
- ¿Osea que investigaste para saber si podías mejorar tu control de poder?
- Si, pero no salió como esperaba.
- Tranquilo, eso es sólo falta de entrenamiento.
- ¿Falta de entrenamiento?
- Exacto. Yo también hice lo mismo cuando era chico, investigue muchísimo para poder controlar mi poder. Día tras día leía para ver si podía encontrar algo nuevo.
- ¿Encerio? ¿Y le sirvió?
- No, pero mi caso es diferente al tuyo. Por lo menos sabes cuál es tu tipo elemental. Yo todavía no conozco el mío.
- Wow, eso sí es raro.
- Si, pero eso no quita que haya aprendido. Puedo enseñarte a dominar bien tus poderes.
- ¿Encerio haría eso por mi?
- ¿Crees que me vendría a Rusia solo para volverme con las manos vacías? Sos un diamante en bruto, Luka.
- Wow... Nunca nadie me había dicho algo así.
- Y nunca más nadie te lo dirá, porque después de mi entrenamiento, pasarás de generar lo mismo que una batería AAA a general más de un millón de Gigawatts.
- Nunca dije que generará tan poco.
- En fin, se entendió lo que quería decir.
- Si.
- Y dime, ¿En qué posición pensas pelear?
- No estoy tan seguro, a veces me gustaría ser Support y otras veces Warrior, pero no estoy tan seguro.
- ¿Y nunca pensaste en ser Hunter?
- ¿Hunter? La verdad es que no.
- Si te enfocas en entrenar tu velocidad, podrias ser un gran Hunter.
- ¿Usted cree?
- Estoy seguro de eso.
- Supongo que podría serlo.
- Ademas eres joven, vas a saber usar tu cuerpo para la velocidad. ¿Cuánto tienes?
- 19 años. Soy de los más chicos en la base. ¿Y usted?
- 26, poco a poco me estoy haciendo viejo. Y ya te dije que no seas tan formal.
- Perdón. Pero, ¿26 años y ya es general? Debe haber hecho mucho antes.
- No tanto, solo en mí infancia.
- Wow, ¿Era soldado de chico?
- Fue en algo bastante raro.
- ¡Cuénteme sobre eso!
- Algún otro día.

Seguimos hablando mientras caminabamos por la base. Pasado un rato nos subimos al avión en que había venido y partimos rumbo a un destino cercano. Había hablado con un viejo conocido y me tiró un dato sobre cierto entrenamiento en Europa y parecía una situación prometedora.
Y así, Luka, el equipo de vuelo, y yo, partimos hacia Francia, en búsqueda del siguiente miembro.

U.N.A.F.: Seventy SevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora