La rosa que yace dentro del diamante.

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Fría como el hielo puro.

Dura como un diamante.

Nada puede cambiarla, nada puede hacer que se derrita.

Como un fantasma en mis sueños, tratando de huir de mi.

No he parado de soñarla.

Ella.

Tan hermosa como un diamante, fría e hiriente  como el hielo.

Me acerco para verla.

Tan hermosamente maldita.

Fuerte como un mental.

No puedes traspasar sus muros, ella los construyó para protegerse.

Me he acercado a la puerta y como si fuesen las palabras mágicas repito:

"¿Quién te ha dañado tanto para convertirte en un hermoso ser sin corazón?"

Y la puerta se abre ante mi, como si quisiera mostrarme su dolor.

Diferentes escenas hay aquí.

Me rodeo de imagenes de ella como si fuera arte. Un arte tan perfecto para mostrar.

Llegó a donde quería, observo a mi al rededor.

Manchas de sangre por las paredes, todo se torna oscuro y como si fuese una película, ella me muestra.

Golpes, abuso, palabras, dolor, llanto.

Ha parado y sin notarlo he llorado lágrimas de sangre con sus escenas.

Entró a una pequeña puerta.

Ahí esta ella, tan hermosa, tan pequeña, tan débil buscando amor.

Me mira con miedo.

Me acerco con seguridad.

Ha llorado tanto y es que ahora la entiendo.

En el fondo yace esta pequeña, más temerosa, más tímida, menos fría y dura.

Después de un momento.

Le muestro que no le haré daño.

Sin miedo corre a abrazarme y yo la abrazo demostrandole mi amor.

Quien imaginaria que detras de aquella dura y fría mujer hay una pequeña tan linda y tímida.

Aquí es donde entró en cuenta.

Viviría su dolor antes que ella para verla sonreír.

Y entiendo que puede que ella sea como un diamante en bruto.

Los diamantes son bellos y ella definitivamente lo era.

Pero ella sólo mostraba el lado duro del Diamante, de un diamante que ha estado congelado y es frío, más frío y duro que todo.

Ella puede tener una combinación extrañamente perfecta que me encanta y queamaría sin pensarlo.

Como una rosa creciendo dentro de un diamante que por protección saca sus espinas cubriendo al diamente que aguarda ahí.

Y si soportas sus espinas puedes entrar y ver a la hermosa y tímida rosa que yace dentro del diamante.

Ambos congelados, ambos duros, ambos hermosos.

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