Dedicado a toda persona que haya sufrido una perdida y que aún sufre por dicha partida.
Ha llegado la noche y como siempre estoy aquí recostada mirando el cielo.
Creó que ya es momento de que me vaya pero como hacerlo si aquí es mi único lugar seguro.
Me estoy ahogando y muchos me dicen que tengo que nadar.
Sin embargo no puedo.
Muchos dicen que eres el ancla que esta atada a mi pie hundiendome cada vez más.
Otros me dicen que esta bien estar así que ya pasará.
Pero creó que nadie trata de entenderme realmente.
Porque todos dicen lo que creen correcto pero lo correcto a mi ver es incorrecto.
Antes me hacías feliz.
Ahora me haces llorar.
Y siempre me harás amarte aún cuando duela.
Porque es así, porque tu recuerdo sigue presente y no quiero olvidarlo.
Y quizá éso es lo que duele y me hace tener miedo.
Que no quiero olvidarte y temo hacerlo.
Y es que perder a alguien que amas con todo tu ser no es fácil.
Llega a tu vida y se va de la nada.
En un instante, en segundos.
Estoy aquí, mirando tu lápida y me duele, aún duele.
Porque eras todo para mi pero te fuiste y no volviste.
Creó que quizá tienen razón y debo dejarte ir.
Creó que siempre estarás presente en mi vida.
En el antes.
En el ahora.
Y siempre.
Porque eres mi recuerdo más preciado y sólo temo olvidarte, pero no lo haré, porque te amo y porque fuiste algo valioso para mi.
Y es por éso que aún cuando duela, tengo que dejarte ir.
Tengo que enterrar mi dolor junto a ti.
Porque esta bien, porque se puede, porque es necesario.
Y descuida.
No te olvidaré.
Porque te amo.
Antes lo hice.
Ahora lo hago.
Y siempre lo haré.
