Avalanche.

13 2 1
                                    

Me encuentro dentro de la avalancha.

Todo duele.

Todo quema.

Todo hiere.

Y tu ausencia mata.

Mata como una rosa marchitandose.

Lento, doloroso pero hermoso.

Porque tú fuiste hermoso.

Fuiste éso hermoso que hiere.

Y que nos arriegamos a tener apesar de saberlo.

Y lamentó que nos hayamos herido de esta forma.

Lamentó que la avalancha acabará con nosotros.

Lamentó no ser la chica perfecta que deseaste toda tu vida.

¿Me vez desde la eternidad? ¿Vez cómo te lloró cada noche?

¿Me observas y también sufres?

La eternidad debe ser solitaria.

Pero no más solitaria que la vida.

Una vida que vives sin sentido.

Una vida que pasa sin ti.

Porque la vida después de que te fuiste, se volvió cruel conmigo.

Y todo lugar, todo espacio, todo tiempo me recuerda a ti.

Y es imposible no olvidarte.

¿Cómo olvidas un huracán que deja desastres por doquier?

¿Cómo olvidas al huracán del que te enamoraste aún sabiendo que se iría?

Y te repites éso en la mente.

Y te lo repites a diario.

Y recuerdas como comenzaste a odiar al huracán.

Y recuerdas como es que al final terminaste amándolo.

Recuerdas como inesperadamente la pregunta llegó a tu mente.

¿El huracán muere al disolverse y terminar con el desastre?

Y entonces razonas y caes en la cruda realidad.

El huracán muere.

El huracán deja un hermoso desastre para luego morir.

Que huracán tan egoísta.

Pues piensa primero en su dolor.

Piensa en dejar desastres hermosos para luego morir.

Como la vida.

Como el tiempo.

Como tú.



Poesía Oculta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora