Capítulo 4

659 21 1
                                    

Hace 27 días que te tenía abrazada por la espalda cubierta solo por una simple sábana y una hora después ya no te tenía, ni cerca, ni lejos, ni de ninguna manera humana posible.

Todavía sigo dándole vueltas al día del baile, a cuando te llevé a boxear. Le daba vueltas a como me hiciste sentir simplemente con un roce de tu piel. Después de ponerte los guantes descargaste un poco de adrenalina sobre el saco y luego nos sentamos a hablar.

Contigo me sentía yo. Luke, el chico al que le encantaba la música y que le daba miedo enamorarse, y no Luke, el malote del barrio que tiene una reputación que mantener.

-          Tendrías que irte a casa princesa. Tus padres estarán preocupados por su muñequita.

-          No creo que se hayan dado cuenta de que no estoy, probablemente estén discutiendo y pasando de sus hijas.

-          Igualmente, es tarde. Además, mañana tienes que venir prontito a ayudarme con trigonometría.

-          ¿Enserio quieres que te ayude?

-          Al principio solo era por tocar las narices pero ahora sí que necesito que me ayudes, no me apetece suspender.

-          ¿Un chico malo que se preocupe por las notas? Eso sí que es algo para estudiar, pero en un laboratorio.

-          Ja-ja muy graciosa pero va completamente enserio.

-          Vale vale, no te preocupes. Me das la dirección y mañana me paso a las 9.

-          ¿A las 9? Tu lo flipas. Yo no me levanto antes de las 11 y menos un sábado.

-          Pero si has sido tu el que ha dicho que prontito.

-          Era una forma de hablar.

-          Bueno vale, como quieras. Me acabo de dar cuenta de que tengo un problema.

-          ¿Solo uno? Entonces estas hablando de tu problema mental. Me sorprende que te hayas dado cuenta AHORA.

-          Luke es serio. No tengo como volver a casa.

-          Eso no es un problema. Haces una montaña de un gramo de arena.

-          Es de un “grano” de arena.

-          Espérate que al final no te ayudo.

-          ¿Me vas a llevar tu a casa?

-          Pues ahora estoy dudando.

-          Es que con eso también hay un problema.

-          Princesa le sacas problemas a todo.

-          No, es que me dan miedo las motos.

-          No tienes de que preocuparte, no voy a dejar que te caigas.

Y no lo hice, no dejé que te cayeses nunca si yo podía estar ahí para evitar el golpe. Te agarraste como una lapa a mí en la moto y no puedo negar que me gustase, pero resultaba un poco incómodo. En parte lo entendía así que no te dije nada. O si.

Sabes que no desaprovechaba una oportunidad de meterme contigo, y esa vez no fue diferente, pero simplemente lo hacía porque estabas muy guapa enfadada. Recuerdo que me llamaste odioso y que yo te cogí de la cintura y te acerqué a mí, dejándote a dos centímetros de mis labios.

3 años contigo, 99 días sin ti. - Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora