Ligthol Astenofobia

CAPITULO 8

Wilgthly 12:30 p.m.

Las ventanas grandes que permitían una gran accesibilidad a la luz del sol, el olor del té de clavo se expandía por todo el lugar y la habitación con colores cálidos y un ambiente silencioso era la combinación perfecta para la relajación. La reina de Wilgthly y la princesa de Ligthol se encontraban en un ambiente totalmente diferente, la t

La tensión ya no se sentía y los comentarios ofensivos no salieron en ningún momento hasta ahora.

-Me alegro de que aceptaras estar aquí conmigo hoy, Priscila. – La cuchara meneaba el té provocando en ocasiones pequeños choques con la porcelana de la taza.

-Debo admitir que me impresiono la invitación. – Sus manos se dirigieron a sus muslos como forma de nervios y su mirada fue centrada en el líquido donde se observaba su reflejo.

-Priscila...-una sensación de asquerosidad interna se presento en la reina, las palabras querían salir revelando la verdad, pero sabía que peligraría si lo hacía-lamento las cosas que he dicho o hecho.

-Esta bien. Todos cometemos errores de los que nos arrepentimos.

La reina proporciona un sorbo a su te de clavo- En el momento en que te ofreciste a ir tras el causante de los ataques, por un momento vi reflejada a tu madre la primera vez que la conocí.

Una pequeña sonrisa de tristeza fue lanzada a la reina como manera de agradecimiento.

-Siempre intentando de hacer lo correcto y lo mas viable no solamente para su reino sino para todos. Su presencia siempre era vista en todo momento, en su batalla y en su trabajo como reina, no permitía que nadie lidiara con sus batallas mas que ella y sus guerreros que la acompañaban.

Los pensamientos de la joven fueron atacados por las imágenes heroicas que se imaginaba cada vez que le contaba de sus historias, para ella hubiera sido fascinante presenciar eso personalmente cuando tuviera la edad de ahora, ella y su mamá aventurándose en cada batalla, cada casería o misión que se presentara, de igual modo, el trabajo de su padre tampoco quedo atrás ya que pensó en el aunque no recordara mucho sino unas pequeñas imágenes, nunca supo con exactitud en lo que realmente se dedicaba su padre ya que siempre sacaba algo de improviso y todo lo mantenía a puerta cerrada o fuera de casa. El interés sobre la vida de sus padres y sobre la clase de personas que los rodeaba incrementaba cada vez más, saber quién fue la causante de ambas situaciones, era comprensible que la angustia y las dudas la atacaran en cualquier momento, además de que también despertaba la curiosidad por las habilidades que poseía y el cómo las había obtenido.

-Mis padres...- Menciona dudosa al hacer tal pregunta.

- ¿Uhm? – Deja su taza en la mesa que era cubierta por un mantel azul y detallado blanco.

- ¿Tenían muchos enemigos? – La presión se había ejercido en aquella tela pegada que llevaba puesta.

Una risa es esbozada de ella.

-Tu madre era una guerrera. Los guerreros tienen muchos aliados, pero también muchos enemigos. - Su mirada se amortigua en el piso de rombos grises que relucían.

-Entiendo. – Su mirada decae por un instante, pero vuelve a levantar en el momento en que le habla la reina.

-Elige bien tus caratas si planeas tener el mismo puesto que ella. Puedes tratar con personas de diferente calaña.

- ¿Usted cree que puedan volver para destruir de nuestros reinos o de Ligthol?

-Yo...- Nuevamente aquella sensación de asquerosidad se presenta en la anciana, después de pensar suspira rendida- Priscila, no puedes ir a Ligthol.