Sabia es Mamá.

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Mi mente no dejaba de pensar en mí como novia de Ángel ¿Sera posible que él y yo podamos ser una pareja? ¿Qué se sentirá ser una novia?

Llegue a casa para cambiar mi uniforme de la escuela por el de la cafetería, hacer algo de tarea y platicar con mi Madre, como todos los días... Pero hoy todo sería diferente.

Mi madre me observaba como hacia tarea y de la nada, mi Mamá empezó una plática que jamas podre olvidar.

-¿Cómo te has sentido viviendo como una chica? –Pregunto mi Madre.

-Bien –Conteste algo temerosa, con un extraño presentimiento de que mi madre sabia algo.

-¿Solo bien? ¿O sientes algo más que bien?

-¿Qué quieres decir? –Pregunte extrañada.

-Tu eres muy lista, Anahí, sabes de lo que estoy hablando.

Sentí una opresión en el pecho, mi Madre lo sabe todo, lo sé, pero quiere escucharlo de mí. No tenía escapatoria, tengo que decirle la verdad.

-Me siento mujer –Dije con seriedad.

Mi Madre se quedó pensando por unos segundos -¿A qué te refieres?

-Tengo algunos días sintiéndome... Así –Dije mientras me señalaba con mis dedos índices.

Ella entiende a que me refiero y pregunta -¿Qué tan lejos quieres llegar?

La respuesta de mi Madre me dejo impresionada y de inmediato sentí tranquilidad. Corrí a mi habitación por mi computadora y le enseñe la página y las fotos de los artículos que había comprado.

-Tiene que llegar esta semana –Le avise a Mami.

Ella seguía leyendo todas especificaciones y se da cuenta de algo muy importante.

-Es obvio que esto contesta mi pregunta de ¿Qué tan lejos quieres llegar? Pero ¿Estas segura? Aquí dice que con estas pantaletas podrás tener relaciones sexuales ¿Es eso lo que estás buscando?

-Lo que busco es que mi cuerpo se vea tal y como me siento, me siento como una Mujer y esas pantaletas harán que me vea de esa manera.

-Tu padre enloquecerá cuando se entere.

Abrazo a mi Mami, le doy un beso en su mejilla y le digo –Gracias por apoyarme, eres la mejor Mamá del mundo.

-No te preocupes mi niña, yo te apoyaré siempre y buscare alguna manera de que tu padre también lo haga. Anda, apúrate, llegaras tarde al trabajo.

-Gracias, Mami.

Esa misma tarde, mientras trabajaba, llego a casa mi pedido.

Esa noche, al llegar de la cafetería, me convertí en la mujer más feliz del mundo.

Travesti después de la escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora