Lo veo parado en frente de mí y quiero que me trague la tierra, no puede ser que mis amigas no me hayan avisado que estaba detrás escuchando todo lo que estamos hablando. No tengo la cara de mentirle ni inventarle una buena excusa con tal salir de ésta, por lo menos casi bien parada.
«Que mala jugada del destino; no hago más que confesarles a mis amigas mi sentir sobre Pierre y la persona en cuestión aparece y lo escucha todo. Malditas condenadas, me la van a pagar.»
—Hola Pierre ¿cómo estás? —Alice y Sharon lo saludan desde sus lugares.
—Muy bien y ustedes chicas, ¿cómo les van? —les habla a las chicas pero no deja de mirarme.
—Todo bien gracias. —responden a la vez.
—Bueno, creo que ya es tiempo para el depilado así que nosotras nos vamos. — nos anuncian y le lanzo una mirada de me la voy a cobras más tarde.
—Adiós, Pierre. —se despiden cada una con un beso en la mejilla que él le corresponde.
«Claro, ahora huyan cobardes dejándome con Pierre y con lo que me viene encima. No me va a dejar ir hasta que le dé una buena explicación. Estoy contra la pared no puedo mentirle porque sabrá que lo es, en fin, no puedo engañar a este hombre.»
Ya que las chicas se fueron, se acerca a mí; yo callada porque no me salen las palabras y él que no deja de mirarme en espera de una buena explicación. Me ofrece sus manos para pararme del asiento en donde quede inmóvil por la sorpresa. Ya en pie, me coge por la cintura y sus manos van ascendiendo y descendiendo por mi espalda buscando el calor de mi piel.
Me siento acalorada con solo su toque; no puedo imaginar cómo sería estar debajo de él, desnuda sintiendo sus caricias, su boca, su cuerpo. «Este hombre me llevará a la tumba; no sé cómo ha hecho para despertar en mí el deseo y la pasión por él.»
Minutos después, Pierre cansado de esperar una explicación, me hace una señal con la mano para que hablará y que él era todo oídos.
—Bueno... no sé qué decirte, creo que es mejor decir decirte la verdad. No sé cuánto escuchaste de la conversación; así que ya lo sabe.
—No sé nada, dímelo tú. —exigió respuesta.
—No me pones en esta posición por favor.
—Aún no te pido que estés en alguna posición; simplemente quiero saber la verdad. Quiero que lo digas mirándome y escucharlo de su propia boca.
—Bien... Lo que le dije a las chicas fue que me gustaría repetir el beso que me diste y qué te quiero ver desnudo y devorarte, quiero que me hagas tuya y sentirte dentro de mí.
Mientras le confesaba abiertamente lo que deseaba; su mirada me devoraba como loco, sentí su deseo y a la vez sentía el mío por él. No había pasados solo unos segundos y ya estaba muy cerca. No me podía mover estaba anclada en mi sitio sólo respiraba con dificultad y mi pulso se aceleró; sólo deseaba que me abrazará que me besará y que me hiciera suya aquí mismo.
Estamos en silencio, mirándonos uno al otro, Pierre acerca su boca a la mía y comienza a rozarme sus labios por los míos y me estremezco en sus brazos. Como sí mi cuerpo le diera una señal para besarme, acto que inicia con mordiscos por todo mi labio inferior hasta que da el último y le abro la boca con gemido y aprovecha el momento para poseer mi boca.
Las ansías y el deseo de este hombre me envuelve y sólo pienso en el momento que estemos juntos desnudos y dentro de mí. El atrapa en su boca todo mis gemidos y jadeos; siento que me voy a desmayar, en mi vida nunca había sentido una pasión, un deseo y unas ansías como las de él.