8

841 72 3
                                    

Heji caminaba en medio de sus dos vecinos, y la novia del menor de ellos estaba colgada del brazo de este. La castaña había tratado de huir arrastrando a Hyunjin en el momento que la vio parada en la entrada esperandolos, pero Hwang se negó ya que la coreana ya se encontraba gritando sus nombres con emoción.

–Guárdame un lugar en el almuerzo, llegare para comer con ustedes– hablo Jisung, aunque hablaba en plural solo miraba a la extranjera.

–Estaba bien.

–Guárdame un lugar también, Heji unnie.

La castaña casi se tropieza al escucharla, fue sostenida por ambos chicos a la vez.

–Claro Sunhee, te guardaremos lugar junto a tu novio– dijo el mayor de los chicos.

Ese día Heji y Hyunjin solo compartían una de las tres clases. Mientras ella tomaba apuntes de todo lo que el profesor decía Hyunjin no podría hacer más que mirarla, era tan perfecta ante sus ojos, su cabello, sus labios, su nariz, sus ojos, y los dos lunares alineados debajo de su ojo derecho le eran claramente visibles, estaba embobado.

–¿Tengo algo en el rostro Jinnie? – el castaño dejo de mirarla inmediatamente quitando su boba sonrisa, haciendo que ella riera.

–No

El resto de la clase Hyunjin solo le daba pequeñas miradas discretas mientras fingía tomar apuntes y dejaba de mirarla cuando ella arqueaba las cejas o reía.

–¿Vas a buscarme para el almuerzo o te espero en la cafetería? – pregunto al salir de la clase, antes de que cada quien tomara su camino.

–Espérame y vendré por ti, tengo que bajar 5 pisos y cruzar mitad edificio, pero llegare.

Heji lo sabía, siempre lo esperaba en la cafetería porque si no él tenía que alargar camino para ir por ella, pero se sentía bien que Hyunjin hiciera eso solo para caminar a su lado. La hacía feliz.

–¡Llegue! – exclamó el menor dejando de correr al llegar frente a Heji.

–¿Por qué corres? Solo llevo esperando un par de minutos.

Él se apoyaba sobre sus rodillas para recuperar el aire. Ella le tendió un pañuelo descartable para que se secara el sudor, el cual él aceptó.

–Bien, vamos.

Caminaron hasta la cafetería y al ver la larga fila encontraron a su amigo junto a Sunhee, la cual les hizo seña para que se acercaran. Cuando ya todos tenían su comida Sunhee tomó la delantera hacia una de las mesas.

–Podemos sentarnos junto a mis amigas– se volteó con una sonrisa– seguro le caerás muy bien– dijo mirando a Hyunjin, haciendo que Heji tensó su mandíbula, no iba a permitir que se sentara en medio de una mesa llena de buitres huecos y adinerados listos para atacar a su presa.

–Nosotros solemos comer en la parte descubierta de la cafetería, debajo de aquel árbol– ahora la castaña tomo la delantera, siendo seguida sin un atisbo de duda por los dos chicos los cuales no se querían acercar a esa mesa mientras estuvieran consientes.

Sunhee le dedico una mirada de disculpa a sus amigas y los siguió afuera con cara de molestia. Mientras comían Sunhee no había soltado el brazo de su novio, se sentía amenazada por la simple presencia de Heji, veía como Jisung reaccionaba ante cualquier cosa que ella hiciera, al igual que Hyunjin. La coreana estaba a punto de introducir el tema de conversación cuando una voz ajena se acerca.

–Tienes un buen gancho, Heji– dijo un pelinegro mientras se apoyaba en la punta de la mesa– es difícil encontrar chicas como tu estos días.

Not a Cliche - Han JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora