Colores, risas y alegrías,
Tu vuelo echó al olvido la melancolía,
Magnifica avecilla mía,
Ven y embriágame con tu dulce néctar.
Embelesada y extasiada me deslizo
Como las gotas de noble rocío
Por tu fino y alargado tallo.
Ave del paraíso mío, monarca de mi utopía
Ven y coróname con tus alas
Corteses y delicadas.
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La primavera de Elizabeth
PoesíaDe los dioses y los mortales fueron las flores, de ellas un jardín. Son estos versos más o menos osados y más o menos suyos. No fueron, quizás, suficientes flores para enamorarse, pero sí para sonreírse al menos una vez. De esa sonrisa nace este...