✬❝ Despertemos...❜❜✬【Fred×___】

Capítulo 128

Narra ___.

—Son patéticos— dije harta de todas sus advertencias sobre Owwyn.— Ustedes no lo conocen y, si tuvieran que hablar dos palabras un día que está de mal humor, saldrían llorando. Lo conozco de toda mi infancia. Si alguien sabe como tratarlo, soy yo.

—Ajá, pero no te confíes demasiado...— levanté mi mano izquierda y Fred empezó a flotar.— ¡___! Bájame, ahora.

—No, no tengo ganas. Cómo vos no tenés ganas de escuchar, yo tampoco.

—Primeramente, la que no me escucha eres tú.

—Vos te enojaste primero: cuando intenté decirte...— no puedo decir eso— algo y lo malinterpretaste. 

—Quiero pizza— habló Freddy.

Un hermano peor que el otro. Menos mal que son lindos, si dependieran de sus cerebros...

—Recien te recuperaste...— estornudé y aparecieron más flores.— No podes comer pizza, comidas procesadas, alcohol, ni nada real... En resumen, vas a vivir de ensalada por una semana.

—Golden, clávame un cuchillo— habló frustrado.

—¡Bájame para que hablemos esto en tierra firme!— gritó Fred.

—Yo ya no quiero hablar.

—Parecen niños— interrumpió chica tirándome de la oreja, haciéndome desconcentrar del hechizo y que Fred cayera sin ninguna gentileza sobre el sillón. — Me tienen harta, en serio. Discuten siempre y nunca llegan a nada porque no terminan de hablar. Yo nunca me meto en sus discusiones. ¡Pero por favor!

—Chica, lo que pasa es que...— intenté hablar con calma.

—¡Ella empezó!

—¡Por favor Fred!— Freddy le dió un coscorrón.—Deja de actuar como un niño de una vez.

—Per...pero Freddy...

—Bueno, no es necesario que se arme un bardo en este momento, chicos. Ya está, ¿verdad Fred?— dije mirándolo fijo.

—Sí— susurró en tono de "no, no está nada".

—¿Pedimos pizza?— preguntó Freddy, le tiré una almohada a la cabeza.— Entendí el mensaje, ___. Pero...

—No podés comer nada, pero NADA sólido. Frutas, verduras y té de curcúma, equinácea, ajenjo, matricaria, bébero y chaparro.

—Eso suena...— intentó hablar Golden.

—¡Horrible!— gritó Freddy.—¿¡Qué es todo eso!?

—Hierbas anticancerigenas. Freddy, tú mamá y yo hablamos y está de acuerdo con todo esto. Y Golden va a ser el encargado de vigilarte fuera de casa.

—¿Yo por qué?

—Porque... sí— le guiñé un ojo.— Me lo van a agradecer.

Me duele la cabeza.

—Te odio, pero te quiero— me dijo Freddy.

Todo me da vueltas.

—A penas... pase tu semana saludable te cocino pi... pizza y todo lo que quieras.

—¡Yo traigo el alcohol!— todos miramos a Foxy.—¿Qué? Si vamos a celebrar que sea bien.

—___, no te ves muy bien.— me susurró Bonnie.

—Es que no me siento muy bien...— puso su mano en mi frente.

—Hierves de fiebre...

No me pude sostener más en pie. Sentí cómo Bonnie me atajó y ví todo oscuro.