No, ella NO era la típica chica fea que se enamora del chico guapo y sexy.
Ella era endemoniadamente hermosa, y tal vez esa fue su perdición. La gente no podía desaprovechar dicha belleza.
Después de vivir tanto martirio decidió aventurarse a escapa...
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Observaba aquella fotografía que se había convertido en algo tan desordenada pero hermosa, cuando realmente se encontraba feliz sin una gota de tristeza o depresión. Sus padres ya tenían ocho meses de haber marchado temporalmente a una ciudad vecina, dejándola a cargo de su no tan amigable tía Gaby.
Cada semana sin falta enviaban dinero a la cuenta de esa persona que parecía que vivía para hacerla infeliz, sin salidas sin comunicación sin amigos. Estas últimas semanas habían sido diferentes sus padres no habían llamado no habían depositado esa reliquia que tanto le gustaba a su cuidadora.
La despensa comenzaba a agotarse no había un solo mililitro de agua en ningún lugar de la casa.
Ya daba lo mismo si era lunes, jueves o domingo, desde que la soledad le brindaba compañía... No habia nada mas que hacer. Todos los días era lo mismo; levantarse, desayunar, esperar que llegara su maestro a darle clases, y amargarse lo que restaba del dia.
—¿Lana donde estas? Seguramente estás de nuevo encerrada en tu habitación. Baja alguien vino a visitarte— hablo cariñosa. ¿A quién quería engañar? Siempre la había tratado peor que a una bolsa de basura. Su repentino cambio sin duda la desconcertó, bajo temerosa.
—Aquí estoy, ¿qué puedo hacer...?— su rostro palideció al ver a ese sujeto de nuevo frente a ella, la saliva se volvio amarga como si de acido se tratara, trato de regresar por donde llego pero era demasiado tarde Gaby ya se había puesto de pie presentando de nuevo al señor.—¡No, no de nuevo dijiste que solo seria una vez, no tenemos que repetirlo!— se desmoronaba, los recuerdos se agolpaban nuevamente.
Gaby la miró furiosa y la tomo fuerte del brazo dejando enrojecida esa parte.
—No seas grosera él está aquí por ti y no querrás que se arrepienta y se vaya verdad— negó, con las mejillas inundadas de lágrimas logró soltarse de su agarre.
—Solo… No me bese en los labios, es lo único que pido— soltó mirando al piso, sintiendo cómo su mundo se derrumbaba nuevamente, sin dejarla defenderse.
—Si él quiere puede hacerlo, no estas como para poner condiciones entiendes— sonrió aniquilando el interior de Lana lentamente.
—No me molesta en lo absoluto, lo que más anhelo es que esté cómoda, mi hermosa Lana— el hombre acarició su mejilla mientras la miraba de una manera repugnante...
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Hola, bienvenidos espero y les haya gustado, es un poco dramatico lo sé pero que les puedo decir, me encanta escribir y sobre todo leer el drama. Le da un toque de suspenso. Gracias a todos por votar y comentar, en serio significa mucho para mi. GRACIAS!.
