I Hate you, Darling.

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Al parecer sabías lo que hacías. Y no te lo perdonaré... no lo haré.

Estoy muy seguro de que esta no fue la primera vez que lo haces. Estoy seguro de que no fui el único en amarte de esta manera, en odiarte de esta manera.

Un año, apenas va un miserable año de tu muerte y aún todos lloramos. Te extrañamos, ¡¿ME ESCUCHAS?! ¡TE EXTRAÑO!

Te lo llevaste todo, LO QUEMASTE TODO. Al igual que un fósforo, incineraste nuestros recuerdos. Prácticamente te llevaste nuestras vidas. Nuestros corazónes, los rompiste. Después de meterte en ellos, después de hacerte una persona especial para cada uno de nosotros, los destrozastes, y te los llevaste contigo.

¿Sabes algo? Siempre esperé esa noche. Siempre esperé la noche en la que todos nos reuniríamos para llorar por ti, la noche en la que pensábamos que todo esto era una simple broma de mal gusto, todos esperábamos escuchar tu hermosa risa el día siguiente. Yo esperaba despertar a tu lado, de nuevo. pero ya es muy tarde, demasiado tarde. Nosotros fuimos los que más pagamos, aunque tu nos hayas vendido.

No sé como no lo ví venir. Las noches estrelladas junto a ti, no eran felices. Cada que una estrella caía del cielo, una lágrima rodaba por tu mejilla.

Volverás a vivir, volverás a ser una estaca en el corazón de las personas que sufrirán al verte entrar en la Carroza Fúnebre en la que te fuiste el año pasado. De la misma forma, con el mismo sentimiento de satisfacción. Te irás dejando atrás a hombres y mujeres rotos y carentes de lágrimas.

Y, ¿Qué puedo decir? Las cosas hubieran sido mejor si no me hubiera ido, si no te hubieras ido.

Te Odio.

Odio esta Carta.

Odio la forma en la que te amo.

Odio no poder odiarte como quiero.

Odio lo que sentirás al ver las lágrimas secas en el papél.

Nos volveremos a ver, en otra vida talvez, ya que no pararás hasta ver a todos sufriendo por ti.

Y aunque yo sea uno de ellos, aunque me tengas de rodillas todos los malditos días, aunque me hagas odiarte, aunque no me escuches, aunque no estes cerca. Yo, Gerard Way, siempre seré tuyo.

HELENA - Gerard WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora