POV LIANA
-Por décima vez, te repito que no soy tonto- dijo ya bufando
-Si si, bueno, hagamos como que te creo-dije riendo viéndolo de reojo
Nos encaminamos hasta un salón de bilogía ya que la clase anterior habíamos dado un examen y el maestro nos dijo que pasemos hoy al recoger nuestras notas, pero al llegar a la habitación, se podía ver desde afuera que la clase estaba repleta, lo cual nos pareció raro, al ir acercándonos nos dimos cuenta de que esto no era por las notas, si no que ahí adentro había algo o alguien que estaba llamando la atención de todos, sobre todo de los chicos.
Con Liam nos hicimos espacio entre la multitud hasta poder entrar.
Al ver esas imágenes pegadas en el pizarrón sentí como mi corazón latía con rapidez y que comenzaba a transpirar frio pero que a la vez me sentía caliente. Me quede paralizada, todos los chicos al darse cuenta de mi presencia comenzaron a reírse y a decirme cosas desagradables y asquerosas.
¿cómo es posible que tu día vaya tan bien y de repente, por culpa de alguien, todo se vaya a la mierda?
En ese pizarrón habían fotos mías de varios tipos, unas en The Light, otras fuera de mi casa, la cual se veía muy vieja y maltratada, pero esa foto, en la que estoy fuera de mi casa fue del fin de semana por la noche, cuando me quede sentada en las gradas de la entrada, ¿cómo alguien podía haberme tomado esa foto? No había nadie ahí, por lo menos yo no percibí a nadie. El punto es que no solo estaban esas fotos, habían otras de mí en peleas, pero eran peleas de hace años, nadie de aquí me conocía para ese entonces, habían otras en las que estaba ebria, y otras en mi cuarto de mi casa... en... ropa interior.
Sentí a Liam tensarse e ir hacia el pizarrón quitando todas de manera rápida, los miro a todos de manera dura y seria y habló.
-¿Qué están viendo malditos idiotas? ¿no tienen pelotas o qué? Si ven que hay algo así, ¿por qué no lo quitan malditos puercos?- su voz era dura, hablaba en tono de una persona que dirigía al resto, hablaba un capitán- ¿saben? Yo seré muy hijo de puta, pero no hago estas mierdas, son unos malditos morbosos- concluyó y se acercó a mi guardando las fotos en mi bolsillo de su chaqueta.
Él me tomó de la mano y me sacó rápidamente de ahí, yo apenas podía hablar, me sentía tan perdida, no entendía de donde tenían esas fotos o quién las había tomado. Llegamos hasta el edificio de los hombres y nos adentramos al elevador donde el marcó el último piso. En todo el camino yo no había dicho nada y tenía la mirada neutra y clavada en el piso. Cuando las puertas del elevador se abrieron miré hacia en frente haciéndome dar cuenta de que estábamos en una azotea, una muy linda.
-¿qué hacemos aquí?- pregunte mientras salíamos del elevador y nuestros pies tocaban en suelo de la azotea, los míos por primera vez
-Supongo que escapar de la mierda que es todo- dijo él caminando hacia el barandado y apoyándose en este- ¿estás bien?- pregunto dirigiendo su mirada hacia mi
-Si si, gracias por eso, ya sabes, defenderme-digo soltando un suspiro mirando hacia el frente a las nubes
-Son unos idiotas, no les hagas caso, y no te disculpes, no podía permitir algo así
-Lo sé, es solo que... algunas de esas fotos, no entiendo, son de hace bastante tiempo, nadie de aquí me conocía, no que yo sepa- digo en un murmuro lo último- ¿puedes darme las fotos?- lo miré. El asintió y las sacó de su bolsillo para luego dármelas, las mire con detenimiento junto a él
-¿de dónde es esta?- pregunto señalando la foto donde yo me encontraba sentada en las gradas de la entrada a mi casa
-Vivo ahí, bueno, vivía ahí, con mi papá-digo simple sin mirarlo. Lo miro de reojo y él simplemente asintió sin decir más.
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Deberías callarte
Teen FictionA pesar de todo lo malo que pueda pasarte, sigue adelante. Liana te dará un vistazo de como es su vida y de como la enfrenta, sus logros, sus derrotas, amores y decepciones. ¿te animas?