23 años después de los sucesos de su adolescencia, nuestros jóvenes basquetbolistas se han convertido en todos unos adultos, quienes han formado sus propias familias con todo e hijos, llevando una vida de lo mas plena y feliz, teniendo las típicas v...
- Eh? Sakurai que haces aquí? Estaba durmiendo -hablo con flojera el chico mientras soltaba un bostezo, enseguida sonrió-
- Ah! Lo siento, lo siento!... H-he hecho brownies -cerro los ojos fuertemente a la vez que hacía varias reverencias- Y pensé que gustaría probarlos
- Brownies? Por supuesto, me encanta tu comida Sakurai -cambio su ánimo de humor haciéndose a un lado para dejarle pasar- Entra
- Lo siento, g-gracias A-aomine-san! -con nerviosismo entro a la casa mirando todo con un poco de temor-
- Satsuki ha venido y ha ordenado todo -chasqueo la lengua recordando como su pelirrosa amiga le regañaba y limpiaba todo- Pásame los brownies Sakurai
- M-momoi-san le quiere mucho, lo siento! -se volvía a disculpar y al escuchar al contrario rápidamente le tendió el topper con el postre- E-espero le gusten
- Ella solo sabe molestar -gruño rodando los ojos, fijo su vista en el recipiente entre sus manos y lo abrió- Huelen deliciosos Sakurai
- A-ah... N-no es nada... E-estaba probando u-una nueva receta... -levanto la mirada juntando ambas manos mostrándose un tanto nervioso- Y c-crei que l-les gustarían...
- Todo lo que preparas, me encanta -sentencio tomando un pedazo del brownie, se lo llevo a la boca dándole un gran mordisco-
- A-ah... Q-que le parecen?... L-le gustaron?... -sonrió un tanto nervioso viendo al contrario comer, esperaba les salieran bien- A-aomine-san?
- Mmm están deliciosos Ryou... Me fascina tu comida -se relamió los labios descaradamente para enseguida comerse otro pedazo-
- E-enserio? Q-que bueno que le hayan g-gustado - abrió en grande sus ojos en grande, llevando sus manos al pecho contento-
- Tu comida es única, y eso, es lo que me gusta de ti -siguió comiendo como si nada, sin dejar de verle-
- Eh? -se congelo frente suyo al escuchar lo último, su corazón comenzaba a latir muy rápido- S-solo me gusta cocinar para a-aomine-san...
- Asi debe ser, Ryou... -se relamió los labios dejando de lado el topper para acercársele- Solo debes cocinar para mi Ryou
- Q-que?... A-aomine-san q-que hace? -se sonrojo de golpe al tener tan cerca al peliazul, su cercanía lo ponía nervioso-
- Ryou, nadie más que yo, puede tenerte... -sentencio con seriedad para después tomar por la cintura al contrario- Tu eres mío
- A-aomine-san... E-esta muy cerca... -murmuro débilmente llevando sus manos contra su pecho mirándole con timidez- Ah...
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- Tu eres mío Ryou -su voz sonó ronca antes de capturar sus labios en un deliberado y fogoso beso, no lo dejaría ir ahora-
- E-espere... -sus palabras fueron calladas por aquel beso, correspondia como podía dejándose llevar por sus emociones-
