Querida persona, sólo quería pasar a escribir lo que no doy para decir porque por alguna razón que no comprendo las palabras no me salen. Empezare por decir que eras la única persona que sabía mis demonios, mis secretos y hasta las pequeñas tonterías que me hacían sonreír como a nada, como a nadie. Tenías la magia de alegrarme los días con una sola palabra y así mismo de destruirlos, o eso pensaba… eso pensaba justo antes de que te marcharas, la destrucción empezó justo ahí ¿sabes?, sólo hasta ese momento comprendí que estar destruido iba más allá, sólo desde entonces empecé a extrañar esas palabras que me hacían enojar y las peleas tontas que solíamos tener, sólo hasta ese momento comprendí que destruirse era real y que no se imaginaba, se sentía, que iba mucho más allá de las palabras, iba más allá de una pelea ocasional.
