De la soledad se aprende, de la tristeza se aprende, de la alegría momentánea se aprende, del dolor se aprende, de la caida se aprende. Cada cosa tiene su lección, sea buena o sea mala cada día estamos propensos a aprender de cada situación y momento pasado en el diario vivir. Pero...¿de que vale aprender si no se aprovecha?. En muchas ocasiones tendemos a cometer los mismos errores por ignorancia, por ser orgullosos y no aceptar que nos equivocamos la primera vez.