Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que hable con ella, quizá ya no le interese las pocas palabras que emiten mi pensamiento, hice un intento poco convencedor para arreglar todo lo que provoqué, pero no existen rosas ni flores que puedan decir cuanto lo siento por hacerla sufrir. No existen palabras que consigan llegar al fondo de su alma para empezar de nuevo, quizá en silencio tal y como la primera vez, ya no existe oportunidad para conseguir vivir con ella uno y todos mis días. Solo hay recuerdos en los que habitan cada uno de los mil te quiero y los besos que nos dimos cuando estabamos el uno con el otro.
Ayer saqué sus cartas solo para sentirla cerca de mi, ayer volví a ver sus fotos para recordar cuando la tomaba por la cintura y sin dudarlo un abrazo nos envolvía, ayer leí cada frase para recordar el aroma de su perfume.
Recuerdo el primer beso, nos hizo creer que el mundo era nuestro, recuerdo esas miradas que tan solo con vernos el uno al otro entendiamos perfectamente el amor que nos teníamos, recuerdo las mañanas bañadas con su excelentísima presencia.
Hoy la busqué y solamente la hallé en mis sueños, por las noches pretendo imaginar que esta conmigo, su dulce magia me ha hecho perder la razón, aunque se que está dentro de mi corazón.
Solo espero a dormir, para tenerla en mis sueños e intentar que se mezclen con la realidad.
Al final, no se si ella llegue a enterarse de esto, no se si llegue a importarle, solo me queda decirle que la hallaré, donde sea que se encuentre, le soy fiel, le doy mi vida, donde sea que me encuentre.
