Capitulo 3

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En mi mente estaba dándome pequeños golpes en la frente constantemente mientras me repetía una y otra vez lo idiota que era.

Me incorporé de la cama y salí de esta lo más sigilosa que pude. Recogí mi ropa del suelo y me vestí deprisa, asegurándome de no hacer mucho ruido para que Josh no se despertara. Cuando había terminado de vestirme, pude ver de reojo como se giraba y me quedé quieta en el sitio, conteniendo el aliento y rezando para que no notara que me había ido.

Me dirigí al armario cuando vi que seguía dormido como un tronco y saqué la ropa de este para meterla a la maleta, en ese momento agradecí ser una vaga y no haber sacado todas las cosas de la maleta. Fui deprisa hacia donde estaba mi bolso y en este metí mis carpetas con los diseños y mi cargador del móvil junto con este.

Fui hacia la puerta arrastrando sigilosamente la maleta y me giré a ver a Josh. Con la poca cabeza que tenía, lo más seguro era que iba a volver a buscarme, a pesar de que le había dejado claro que ya no quería nada con él antes de cometer el mayor error de mi vida, pero yo misma sabía que no le iba a ser muy fácil encontrarme de nuevo.

Sonreí para mi misma y salí de la habitación. Una vez fuera, sentí como una paz me invadía, era como si me hubiera quitado un peso de encima.

Me giré con la intención de ir a recepción para pedir otra habitación (ya me inventaría alguna excusa), pero me choqué, literalmente, con Zayn.

– ¡Kate!– Gritó en un caluroso saludo.– Justo venía a verte, yo...

Comencé a sisear mientras le cubría los labios con una de mis manos y con la otra lo cogía del brazo. Tiré de él y lo llevé a una de las esquinas, para que Josh no nos viera si salía de la habitación debido a los gritos de Zayn. Aunque con la suerte que tenía, me sorprendía que no se hubiera despertado justo cuando había salido de la habitación.

– ¿Se puede saber qué te pasa?– Preguntó Zayn esta vez en voz baja, dándole una mirada a mi maleta.– ¿Es que te vas?

Su tono de voz denotaba cierto nerviosismo, cosa que hizo que lo mirara alzando una ceja confundida. Iba a responder su duda pero escuché cómo se abría la puerta de una habitación y mi pulso salió disparado, asomé un poco la cabeza para asegurarme que no era Josh, pero cuando lo vi, volví a mi escondite y esta vez fue Zayn quien alzó una ceja. Imitó mis movimientos para ver qué pasaba y cuando me miró con su rostro lleno de sorpresa supuse que había visto a Josh, abrió la boca sorprendido y yo me llevé una mano a la cara, intentando ocultar que mis mejillas se habían tornado a rojas.

Quería que la tierra me tragase, pero una parte de mi se estaba riendo por la situación, aunque ahora mismo tenía ganas de llorar porque no sabía qué hacer, y porque también sabía que si no me daba prisa en hacer algo, iba a encontrarme de nuevo con Josh y conociéndome haría otra estupidez. ''Pero esa estupidez te había gustado más de lo que creías'' dijo una vocecita en mi cabeza y maldije al Pepito Grillo.

– Vale, – Dijo de repente Zayn, haciendo que lo mirara.– toma, ve a mi habitación mientras yo lo distraigo.

Miré sus manos y pude ver que me estaba ofreciendo la tarjeta de su habitación. Una sonrisa apareció en mi rostro y un poco más y gritaba de la alegría. Cogí la tarjeta de su mano y musité un gracias. Me sorprendí a mi misma cuando no hice ningún ruido a pesar de estar corriendo con la maleta. Llegué a la habitación de Zayn y una vez estuve dentro me comencé a agobiar. Había muchas posibilidades de que Zayn se metiera en problemas ya que yo misma sabía que Josh podría ser muy insistente hasta el punto de sentirte en la obligación de decirle las cosas solo para que parara de insistir.

Me había sentado en uno de los pequeños sofás de la habitación y pude notar que estaba moviendo frenéticamente mi pierna, y también me estaba mordiendo las uñas. Aparté rápidamente mi mano de mis labios y me paré, dispuesta a ir a ayudar a Zayn, si hacía falta montaría una escena para que fueran los de seguridad a sacar de ahí a Josh. Abrí la puerta decidida y me topé con un sonriente Zayn.

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