『𝐀𝐥𝐥 𝐓𝐡𝐞𝐬𝐞 𝐘𝐞𝐚𝐫𝐬 || 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』

Capítulo 4. "Conversaciones de media noche."

Steve daba vueltas de un lado para otro en la cama. Intentaba conciliar el sueño pero las palabras de Bruce resonaban una y otra vez en su cabeza.

Ese niño era hijo del amor de su vida.

Quería odiarlo pero era inútil, porque aunque el adolescente no tuviera la culpa para él significaba que Tony había estado con otra persona después de él, había sido de alguien más y no lo soportaba.

De todas formas ese sentimiento no lo lleno, no podía odiar al niño, aunque era extraño pues un sentimiento de protección hacía el menor desde la primera vez que lo vio se albergo en su interior.

Camino fuera de su habitación hacía la de Tony. Se quedo estático frente a la puerta por unos segundos debatiendo si era correcto entrar, ¿sería bueno volver a dañar esa herida que nunca cerró? Además, ¿que iba a pasar si encontraba fotografías de Tony con alguien más? ¿Lo soportaría?

Era demasiado hipócrita y doble moral podría decirse porque aún cuando rehizo su vida a lado de Sharon, aunque eso había sido un error, no era que su hija lo hubiera sido, pero si hubiera sido de otra forma, jamas hubiera planeado algo con Sharon. No podía siquiera pensar que Tony lo había hecho de igual manera, sin embargo, si eso había pasado... ¿porque Peter estaba bajo el cuidado de Bruce y Natasha? ¿Dónde estaba su madre?

Entró a la habitación de una vez por todas, necesitaba respuestas sino se volvería loco de tanto delirio que había en su cabeza.

Cuando dio el primer paso entrando al cuarto, noto el gran cambió que ahora tenía. Ya no era como lo recordaba, la amplia cama en la que habían vivido todo tipo de encuentros era lo único que seguía igual, sus fotografías en los estantes y las paredes fueron cambiadas por las del pequeño Peter.

El ser padre para Tony al parecer se había significado mucho.

Tomo una fotografía donde Tony tomaba al pequeño castaño de rizos en sus brazos, ambos posaban sonrientes, su corazón latió con fuerza como si esa imagen tuviera un gran significado para él y no dudo en sonreír. Eran simplemente adorables.

Deseo ser parte de esa familia.

Malditos acuerdos. Maldita decisión. Todo se había arruinado, dejo a Tony en medio de aquella cueva haciendo parecer como si en realidad no hubiera sentido nada, como si no le hubiera dolido. Pero lo hizo, lo sintió. Aún le atormentaba ese momento en las noches.

Así como vio el miedo en los ojos de su castaño, lo sintió el en su interior, tal vez fue la adrenalina pero aquel acto de enterrar el escucho en su pecho nunca fue por odio, esa palabra era tan grande para el.

Comenzó a llorar recordando cada momento después de aquella pelea. Sufrió, por hacer las cosas que creyó correctas porque en realidad nunca lo fueron si había dejado al amor de su vida dañado, destrozado.

Se odio por meses, incluso lo seguía haciendo. Solo esperaba que Tony lo hubiera perdonada aunque fuera un poco.

—¿Usted tan poco puede dormir Capitan?

La voz del adolescente recargado en la puerta hizo que Steve se sobresaltara.

—El insomnio suele ser mi peor enemigo Peter.

Llevo sus manos limpiando sus lágrimas para que el adolescente no las notara.

Peter llego a su lado y se sentó junto a él observando la imagen en las manos del soldado.

—Lo extraño siempre, ¿sabe? Él lo era todo para mi. Solo éramos él y yo.

Tony y el pequeño Peter. Eso contestaba su pregunta, si bien dejaba espacio para seguir con dudas. Sentía ese momento tan especial, que simplemente no quiso preguntar más sobre el paradero del chico, tal vez le dolía y no tenía la suficientemente confianza para con él.