『𝐀𝐥𝐥 𝐓𝐡𝐞𝐬𝐞 𝐘𝐞𝐚𝐫𝐬 || 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』

Capítulo 42. "Pacto de Paz"

W A K A N D A

Bucky estaba junto a Shuri en el gran patio del palacio, ambos jugando con los niños pequeños de una aldea cercana.

El Lobo Blanco como lo solían llamar ahí, adoraba jugar con los pequeños y a ellos les gustaba escuchar la asombrosa historia del solado en los años 40 junto a su gran amigo el Capitán America.

Por su parte,  T'Challa adoraba observar a Bucky ser feliz con los niños, esa luz que irradiaba su sonrisa al estar cerca de ellos dejaba expuesto un lado del solado que muy pocos conocían.

Si le hubieran dicho que terminaría enamorándose de quien creyó era el asesino de su padre le hubiera parecido un chiste de mal gusto porque el lo odiaba, esos golpes que le dió cuando se conocieron y que ahora se arrepentían tanto, los había dado con intención de matarlo cegado por las mentiras y el coraje que Zemo había plantado en él.

Bucky era un alma dañada, era un ser que había perdido esa luz a manos de una organización que lo había utilizado como arma. James Barnes jamás mereció sufrir y pasar por todo lo que esos bastardos le habían hecho.

El Rey de Wakanda se había enamorado perdidamente de un destrozado James Barnes.

Después de Steve Rogers él fue la segunda persona en confiar plenamente en el solado del invierno, él le tendió su mano para ayudarlo porque detrás de esa historia que cargaba Bucky era solo un alma perdida, una que T'Challa había jurado proteger hasta el final de sus días.

—Lobo blanco—la voz del Rey detuvo cualquier acción de las personas en el patio, sin embargo los niños le sonrieron felices y Bucky volteó dejando ver, en sus brazos, que sostenía un pequeño bultito entre mantas.

El moreno sonrió enternecido ante tal bella imagen. Cuantas veces no había soñado con un hijo suyo y de Bucky pero los temores del solado no se habían ido del todo y uno de ellos era hacerle daño a las personas que amaba.

—Su majestad—el castaño camino hacía el con una gran sonrisa y con el bebe entre sus brazos.

T'Challa aún con su sonrisa acarició la mejilla del bebe quien lo miraba atento. Seguido de eso se acerco a su consorte y deposito un beso en su frente.

—Te ves precioso con niños en brazos, mi reina—dijo mirando los preciosos ojos de Barnes, él mayor se sonrojó.

—Cariño...—arrastro el apodo.

—Esta bien. Esta bien—alzó las manos en forma de paz, riendo—. Sabes que mi intención no es presionarte—alejó una hebra de cabello del rostro de Bucky y trato de tranquilizarlo—. Tenemos que ir a Nueva York hoy mismo.

Bucky frunció el ceño, dudoso.

Amaba Wakanda y Wakanda lo amaba a él.

Ese lugar lo hacía sentir seguro, querido, era su hogar. Salir al mundo exterior le causaba un poco de pánico, sobre todo, temía que HYDRA volviera por él y lo alejara del amor de su vida, de su familia porque ahora la familia Udaku lo era, desde el principio lo consideraron un miembro más.