5 de Marzo de 2019. Madrid, España. 3:00 p.m
Antilef:
Mi madre había marcado al día siguiente de nuestra llamada, el cinco vendría aquí, fue de los últimos boletos de avión que consiguió.
Las cosas se habían vuelto un caos, las noticias estremecedoras suenan en mi cabeza cada segundo:
- Miles de Jóvenes "No humanos" fueron exterminados por tropas del ejército Ruso, Estadounidense, Chino y un muy largo etcétera.
- Una gran rebelión por parte de estos jóvenes, e incluso adultos y adultos mayores ha sucedido en ...
- Guerras entre civiles y militares
- Matanza a inocencia tés civiles en miles de eoartes alrededor del mundo
Y un sin fin de noticias.
Los aeropuertos estaban cerrados, los supermercados igual, farmacias, tiendas, armerías, todo.
Las ciudades comenzaban a ser atacadas por... Todos. Era una guerra entre toda una raza contra otra, incluso entre la misma.
Yo sólo esperaba la hora en que mi familia llegase al aeropuerto, pues de ahí partiríamos con más familia de mis amigos y vecinos amigos y más gente hacia algún lugar seguro, propusimos pueblos lejos de ciudades, pero aún no sabíamos con certeza a dónde podríamos dirigirnos.
- Antilef, ¿Estás seguro de que podrás llegar sin ningún problema y que tu familia saldrá bien? — Me preguntó Dann camino al aeropuerto —
- No lo sé Dann, pero haré lo que tenga que hacer para que salgan de ese lugar conmigo — Dije sin apartar mi vista de la autopista, volteé a mirar a Alice ella me brindaba calma, pues no dejaba de sentirme preocupado —
- Todo estará bien, amor — Dijo tomando mi mano —
- Eso espero — susurré —
Ni siquiera alcance a llegar cerca del aeropuerto, nos quedamos como dos cuadras atrás, le dije a Dann que se quedara lista por si teníamos que salir corriendo, yo iría rápidamente al aeropuerto por ellos y los traería lo antes posible.
Justo ahora me sentí muy afortunado de tener la rapidez que tengo en mis piernas, pues en 5 minutos me encontraba en el aeropuerto... Cómo pude logré entrar, los busqué justo en la puerta que me indicaron que saldrían y esperé, hasta que vi a mi hermano buscándome con la mirada, me acerqué.
- Papá, mamá, Daniel! — Grité — Vengan, dame una de las mochilas pesadas — Le dije a mi padre — No tenemos mucho tiempo, hay un desastre ahí fuera, con trabajos logré entrar, vamos, siganme — Caminábamos a toda prisa, todo parecía ir bien, y cuando estábamos a punto de salir por una pequeña puerta que no estaba vigilada un gran estruendo se escuchó fuera del aeropuerto, inmediatamente comenzaron a escucharse peleas y a los pocos segundo balazos — ¡CORRAN CORRAN! NO MIREN ATRÁS — Era lo que repetía siempre —
Al llegar a la puerta por la que había ingresado nos topamos de lleno con 4 policías
- Lo sentimos familia, tenemos órdenes estrictas de no dejar salir a nadie de aquí — Dijo un oficial alto y robusto —
- Oficial, por favor, escuche solamente todo el caos que hay afuera, queremos sobrevivir, necesitamos salir, por favor — Mi padre le imploró a aquel hombre —
- Lo siento caballero,no podemos dejarlos salir, esos animales están afuera, es por su seguridad.
Inmediatamente sentí un arder peculiar en mi espalda, mis ojos los sentí como pequeñas esferas de fuego, y mi cuerpo lo sentía lleno de energía como para quitar a los 4 policías de nuestro camino.
- ¡OFICIAL POR FAVOR, NOS ESTÁ CONDENANDO A UNA MUERTE SEGURA! ENTRARÁN EN CUALQUIER MOMENTO, COMO LO HAN ESTADO HACIENDO, NO QUEREMOS MORIR! — Le grité con demasiado frenesí, y mi madre me tomó del pecho para alejarme —
- No. — Fue todo lo que dijo —
Cristales rompiéndose a nuestras espaldas captaron nuestra atención, comenzaron a escucharse explosiones y más balazos, la gente comenzó a correr desesperadamente a cualquier lugar que les permitiera huir del caos que se estaba originando adentro del lugar, los cristales transparentes nos daban una vista de lo que estaba pasando, eran ellos... Se veían como cualquier otra persona normal, pero... Eran bestias, que mataban lo que se les cruzara por enfrente.
No iba permitir que mi familia muriera aquí, tomé ventaja de la distracción que este desastre había originado y con mis brazos, me abalancé sobre los policías, tomé la arma de uno, y con esta comencé a golpear al resto de su equipo — SALGAN DE AHÍ, YA — Exclamé, cuando escuché una bocina al frente, eran los carros de todos los que me estaban esperando
- Antilef ¡Hay que irnos ya! Están por todas partes — Gritó Danny
- ¡HERMANO! — Gritó Daniel
- ¡Daniel! — Dije mientras recogía las armas de los oficiales que había noqueado, y me dirigí a mi familia, pero llegaron más elementos los cuales no los dejaron salir.
Intenté pelear con ellos, pero eran cerca de 10 — Dejenlos salir — Dije desesperadamente, sólo vi la mochila de mi madre salir
- Nonononono, esperen, voy por ustedes — tomé impulso, pero llegaron Zack, David y otros muchachos a detenerme —
- Antilef, lo siento, pero tenemos que irnos o moriremos todos — Dijeron tirando de mi cuerpo hacia atrás —
- Pero mi familia sigue ahí adentro — Grité con histeria — ¡NO ZACK! DÉJAME REGRESAR, PUEDO SACARLOS
- ¡LO SIENTO HERMANO, LO SIENTO TANTO! — Fue todo lo que dijo y comenzaron a alejarme, sólo vi a mi familia en desesperación, la mirada de mi hermano rogando que volviera por él
- NO, Zack no, por favor — Comencé a llorar y pataleaba con fuerza para soltarme del agarre.
Comencé a caer en cuenta del resto de cosas que sucedían a mi alrededor... Miré atónito lo que sucedía y seguía retrocediendo con los muchachos, cuando llegamos a dónde estaba la camper en la que nos moveriamos mis amigos y yo, vi pasar por arriba un helicóptero militar.
Subí a la camper y fijé mi vista en el aeropuerto, mientras avanzábamos, sólo vi un gran misil caer, causando destrucción, fuego, escombros volando, vidas perdidas... A mí familia morir.
Me senté, y no pude escuchar nada más que las voces de mi familia esperando mi regreso, los gritos, mi corazón.
