Deseos por el mar [TERMINADA] {YeWook}

Persecución

  Estuvo durante todo el día encerrado en su habitación sin dirigirle la palabra a nadie. Las palabras de Yesung lo habían dejado algo… ¿extrañado? ¿Asustado? No sabía muy bien cuál de todas esas palabras llegaban a concordar con lo que realmente sentía, pero… de lo único que estaba seguro era de que no volvería acercarse a aquel chico ni en mil años, pero… como dicen mucho, decirlo es una cosa y hacerlo otra muy distinta.

  Al día siguiente faltó al colegio con la excusa de que no se sentía bien del estómago. Sus tíos lo creyeron, pero como debían de ir a trabajar, lo dejaron en la casa completamente solo.

  Miró la tele, leyó algunos textos que tenía del colegio y luego almorzó solo, lo que no lo fastidió en lo absoluto, ya que era una tortura el poder comer junto con sus primos y tíos.

  Durante la hora de la sienta volvió a mirar la televisión, hasta que el timbre de la casa comenzó a sonar. Wook supuso que se trataba de sus primos, y como sabía que tenían llave para poder ingresar, no se molestó en ir a abrirles, pero como volvieron, una y otra vez a insistir, se levantó y fue hasta la puerta, la cual abrió y se quedó boquiabierto al ver la persona que se encontraba frente a él. La última persona que pensaba encontrarse. La única persona que no entendía cómo sabía dónde vivía. La persona de la cual quería escapar. Yesung.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó sorprendido.

  Yesung no le contestó. Ni siquiera le sonrió. Solo lo corrió para poder ingresar a la casa y así cerciorarse de que nadie se encontraba allí.

-¿No hay nadie en la casa?- le preguntó seriamente mientras continuaba mirando hacia todos lados.

-N… No- le contestó asustado.

-Perfecto- dijo antes de volverse hacia Wook, quien lo miraba con cara de terror.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a hablar.

-¿De qué?

-De tu verdadera identidad.

-¿Mi verdadera identidad?

-Vives con tus tíos… tu tía es… bueno era la hermana de tu padre ¿no?

-Sí.

-Y ¿la familia de tu madre?

-No tenía a nadie.

-¿Por qué?

-Nunca me dijo.

-¿Por qué?

-¡QUE SE YO!- le gritó ya exasperado por todas las preguntas.

-No he terminado con mi interrogatorio- le dijo algo molesto.

-Pero yo terminé de contestar- le dijo molesto y se acercó a la puerta y la abrió- Vete.

-No me voy a ir.

-Vete.

-No.

-Vete.

-Ya dije que no.

  Con aquella última respuesta Wook se acercó a Yesung y lo tomó del brazo para sacarlo a patadas si era necesario, pero él era mucho más fuerte que él.

-No me podrás sacar de la casa si yo no quiero.

-¿No?- preguntó con la cabeza ladeada hacia un lado luego de soltar su brazo- De acuerdo- dijo, tomo un abrigo y luego salió por la puerta, cerrando la puerta detrás de sí.

  La verdad no le importaba si le pasaba algo a la casa si lo dejaba allí… lo único que quería era tenerlo a kilómetros de distancia.

-Ryeowook- lo llamó una voz delante de él.

  No lo había visto porque había ido con la cabeza gacha todo el camino y luego al levantar el rostro vio que a unos poco metros se encontraba Yesung, pero ¿Cómo era posible?

-¿Co… Como es que…?- comenzó a señalarlo y señalar hacia la dirección de su casa.

  Cuando estuvo a su misma altura se miraron a los ojos.

-Tenemos que hablar.

-No quiero.

-Me importa poco si quieres o no- le dijo algo molesto y miró por encima de su hombro.

  Wook se volteó para ver qué era lo que estaba mirando y vio que un hombre los estaba mirando de una forma extraña.

-Debemos irnos- le dijo algo preocupado y lo tomó de la muñeca, pero Wook se zafó del agarre y lo miró con cara de pocos amigos.

-¿Quién es?

-Alguien con el que no quieres cruzarte.

-¿Quién es?

-Un cazador.

-¿Me estas tomando el pelo?

-Es la verdad.

-¿Cazador de qué? ¿De criaturas que no existen?

-Si existen.

-Sí, claro- dijo sarcásticamente y vio como el rostro de Yesung iba transformándose en uno de terror.

  Miró por encima de su hombro y vio que no solo había un hombre, sino tres.

-Debemos irnos ahora- le dijo Yesung.

-Opino lo mismo- le contestó Wook y ambos salieron corriendo, perseguidos de los tres hombres.

  Corrieron y corrieron y sin darse cuenta, en un momento dado se perdieron entre ellos. Wook quedó corriendo para un lado, mientras que Yesung para otro.

  Wook dejó de correr cuando vio que no tenía a nadie detrás de él, pero fue una mala idea, aunque cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde.

  Una bolsa negra le cubrió el rostro y un golpe en el estómago lo dejó completamente inconsciente en segundo y todo su mundo se tiñó de un negro penetrante.