Capítulo 5

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JungKook caminaba de vuelta a casa después de un día agotador, aunque bastante divertido.
Las calles de Seúl se oscurecían cada vez más debido a la hora, y las luces de la ciudad se hacían notar, Jeon tarareaba una de sus tantas canciones de rock que escuchaba mientras caminaba por una solitaria calle.

— Jeon, ¿Qué haces por éstas calles? van a matarte, idiota. — bromeó un chico de cabello azabache Igualmente uniéndosele en su recorrido. —

— Jaja, que gracioso andas, Jaebum. — rodó los ojos, él mayor pasó su brazo por sus hombros. — 

— Que amargado andas tú, mejor dicho ah. ¿Qué te parece si nos vamos a divertir? — Jeon con atención le miró pensándolo. —

— Estoy cansado, otro día será.

— Todo por ese estúpido trabajo, al que te obligan a ir ya casi nunca sales, dile a la imbécil de tu vieja que s-

— No te atrevas a insultarla ni una vez más, Im Jae Bum. — habló fuerte y con agresividad, rió. — Sí sabes, aquel que le llamas, "estúpido" trabajo, sí, puede ser estúpido para ti, puede que yo lo odie y todo. Pero hay mejores personas que tú allí, mejores que un imbécil que se la pasa en bares embarazando a cuanta chica se le pegue en gana, largate de mi vista, Im.

El contrario tan sólo no dijo nada, hizo una expresión molesta y sólo retiró sus brazos y se largó en dirección contraria de vuelta a uno de los bares de en donde había salido.
JungKook suspiró y se dirigió a su casa apresurado, tenía una preciosa pinta de llover que no perdería la oportunidad para sentarse al lado del ventanal de su habitación y escuchar musica junto a las gotas de agua.

— Tía llegué....— comentó en alto. Se extrañó al ver tanto silencio e inseguro avanzó hasta la habitación de la mujer, encontrándola en el escritorio con unos lentes y apoyando su cabeza en su mano mientras dormía incómodamente doblada, sosteniendo un lápiz en su mano libre con el cuál parecía haber estado tachando u escribiendo algo. — por dios, tía que haces ahí...

Se acercó al cuerpo de la mujer dormida en silencio y procuró moverla con cuidado, tomandola en brazos para así depositarla con sumo cariño en la cama y taparla con las colchas. La mujer ya llevaba un pijama por lo que le facilitó las cosas, luego de haberse vestido en la mañana y haber visitado al doctor, ésta se puso a trabajar en algunas cosas con el pijama ya puesto y por lo visto, cansada y derrotada no aguantó más. Jeon la miró con ternura y tristeza su corazón dolió y no pudo evitar que las lágrimas salieran y acarició las pálidas mejillas de la castaña besando su frente.

— Cuánto lo siento tía...— murmuró con dolor y el nudo en la garganta. — es mi culpa...yo te hice esto, gracias a mí ocurrió esto..gracias a mis estúpidas actitudes que te sacaban canas verdes — rió con las lágrimas rebosantes en sus mejillas por lo último. — perdoname de verdad, te quiero Noona. — dijo como un niño, sin darse cuenta acarició él cabello de la bella mujer que reposaba de, a pesar de todo, un arduo día. —

Se preparó un Sándwich, y con eso se largó rumbo a su habitación, escuchando los truenos y la lluvia que comenzaba estruendosa, la puerta fue tocada, y Jeon fruncio el ceño. Bajó a la primera planta para abrir y cuando lo hizo se sorprendió al ver a un pequeño niño allí.
Lo analizó, labios abultaditos, nariz de botón, mejillas apretables y cabello azabache con ojitos pequeños, demasiado tierno, tenía un abrigo y estaba mojado, más bien, empapado.

— Niño...¿Qué haces ahí?...ven. — no podía dejarlo ahí, era idiota, pero no tanto. —

Hizo que entrará un poco más en el techado del umbral y le miró de nuevo, agachándose hasta su altura.

— ¿Perdiste a tu madre? — hizo una mueca confundido. —

— Ella...me abandonó.. — hizo un puchero y sus ojitos se llenaron de lágrimas. —

— Mhn — miró el cielo. — está lloviendo demasiado y tronando mucho como para que vaya a una estación de policía a registrarte — tomó al pequeño en brazos importándole poco que estuviese mojado y cerró la puerta, llevándolo al baño y secándole el cabello con toallas y el cuerpo igual. — niño, ¿Como te llamas? ¿Qué edad tienes?

— Me llamo Jimin..tengo cinco años — dijo él menor con algo de dificultad en las "n" pronunciándolas como "ñ" abultando sus lindas mejillitas y haciendo morir de ternura al pálido. —

— Está bien, Minnie, ¿Quieres darte un baño de burbujas? — sonrió con dulzura. —

— ¡Sísí hyungie! — dijo emocionado. —

Más tarde él niño se encontraba jugando en la bañera con un pequeño dinosaurio junto a las burbujas, Jeon le observaba y reía divertido, finalmente tuvo que ponerle una ropa gigante de él, puesto que no tenía de bebé. Lo llevó a su cama y sonrió acostándolo en ella.

— Debes estar muy cansado ¿no? — él menor asintió bostezando cubriendo su boquita con su pequeña manita. — mañana iremos a la policía y avisaré de ti para que tu mamá venga

— ¿De v...verdad? — dijo con ojitos entrecerrados por él sueño. — gracias, usted..es el.... mejor hyungie — sonrió antes de caer dormido. —

Jeon acarició él cabello del menor y se apartó para ponerse los audífonos y escuchar música sentado en su escritorio dibujando o escribiendo cualquier cosa.
A su mente, sin más, llegó el recuerdo del hermano de TaeHyung, quién también, de nombre tenía Jimin. Aquello le pareció extraño, y observó al menor dormir desde lejos sentado en su silla. Definitivamente él Kim había puesto su mundo de cabeza.

Se les quiere~♥
Bye~

—; SpaceChim

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