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Capítulo 30 Pasado.

— Tae — Llamó JiMin, mientras el otro comía adorablemente, llenando sus mejillitas. Éste sabía que era demasiado poco el almuerzo que había preparado para ambos, con el poco dinero que portaba, en cuanto el otro le prestó atención, sonrió cansado acariciando la cabeza de su hermanito tan enérgico. — ¿Quieres mi almuerzo?

— Pero Hyung...¿y tú? — hizo un puchero el de ligera piel acanelada algo triste, no quería que su hermano no comiera por su culpa. Entonces miró su pancita y le trato de decie que dejara de tener hambre.

El quinceañero rió divertido al ver al pequeño haciendo eso, negó. — Yo ya no tengo hambre, Taetae, no te preocupes por mí, dile a esa pancita que coma todo lo que quiera. — sonrió alegremente cuando vió al otro asentir con su sonrisita cuadrada tan iluminadora.

Había mentido, moría de hambre, pero en cuánto su hermanito comiera bien, le fascinaba verlo sano, apoyó su cabeza en su mano, viendo como el otro comía e infantilmente hacía como que aviones iban a su boca, era un bebé a pesar de sus once años.

Más tarde en aquella casa abandonada el mayor recostó a su hermano menor en el desgastado y feo colchón con una manta y su chaqueta encima, el pequeño castaño ya estaba dormido, acarició su cabellera para luego salir de allí, sentándose en la vieja silla casi rota de la sala, mirando el cielo estrellado a través de la ventana, las lágrimas cayeron, pensando en por qué les habían hecho esto, porque no lo merecían, al menos eso creía él. Y estaba en lo cierto.
En la mañana de aquel día, los habían hechado del orfanato donde se quedaban, puesto que un grupo de niños se puso de acuerdo para inculparlos a él y a Tae en algo realmente grave que infringiera las reglas, para que se cometiera el mismo hecho que al final sucedió, que los echaran, ¿por qué? ni el mismo ni su hermano sabían porque les tenían tanto odio, donde fuesen, quizás se lo merecían, aunque no entendía el porqué, eran simples niños que fueron abandonados por sus padres a su suerte.

De sus ojos escaparon más lágrimas, aquello era doloroso, era muy doloroso no tener un hogar, estar vagabundeando, trabajar para que le pagaran lo mínimo y a penas casi le alcanzaba para dos panes u algo más.
Aquella casa se las habían encontrado de pura suerte, tenía una cama de una plaza, una que otra manta desgastada que servía para cubrirse un poco al menos, y una mesa junto a dos sillas, no habían muebles, no había nada más que esas pocas cosas. La vivienda estaba muy desgastada pero, al menos les daba algo de refugio por unos días.

— ¿Ji-jiminnie H-hyung? — escuchó llamar a su hermano, rápidamente se volteó para ver como el pequeño tenía a su pequeño peluche con él, mientras se sobaba uno de sus ojos. — ¿Por qué lloras, Hyung?

— Oh, por nada Taehyungie, acercate.

El menor se acercó, entonces JiMin hizo que el otro se sentará en sus piernas, comenzando a mecerlo tranquilamente.

— Pequeño Tae ¿sabes? Nosotros tenemos una hermana mayor en alguna parte del país, algún día vamos a encontrarla ¿te parece?

Tae asintió eufórico con la mirada atenta a su hermano mayor, entonces decidió hablar. — Minnie Hyung, ¿crees que ella si nos quiera? — preguntó algo triste e inocente.

— ¿Qué? Oh vamos Taehyungie, ella nos amará, igual que todos....— mintió.

— Pero...papás no nos quisieron, y los niños del orfanato me dijeron que era un niño feo y raro, que daba pena.....— hizo un puchero por lo bajo.

— Tae..escúchame, puede que hoy están las personas equivocadas, pero el día de mañana todos te querrán, si no es así sigue intentando, y no tengas miedo de hacer nuevos amigos, tu eres especial, si algún día yo no estoy, tienes que salir adelante porque eres muy muy fuerte, y las personas tienen que quererte como tu eres, sin mentiras, sin excusas, siempre honesto.

Tae le sonrió y se acurrucó en el pecho del mayor, para tratar de volver a dormir mas tranquilo.
JiMin no sabía que pasaba, pero en su corazón estaba aquel presentimiento de que quizás no pronto, pero no estaría con su hermano por mucho tiempo.

Al año siguiente un 13 de julio un bus fue encontrado volcado en la carretera, en el que, de los 30 pasajeros con destino a Seúl 26 de ellos fueron encontrados muertos, entre ellos, un joven llamado Kim JiMin, quién por proteger a su hermano menor Kim TaeHyung, fue atravesado por una barra/tubo de metal..

(...)

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