TU PECADO

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El castaño observaba a lo lejos al nuevo sacerdote.

Sus pies descalzos estaban con resto de pasto y tierra.

El azabache puso un papel en la puerta de la iglesia y entro.

Eren se acerco a ver lo que estaba en el papel.

Eran los horarios para confesarse, las misas de la mañana y tarde.

Sonrió levemente, para alejarse de la iglesia e ir bajo la sombra de un árbol.

Habia pasado una semana desde que el sacerdote nuevo llego.

Su madre le llevaba cosas, pan, galletas, leche, mantas y todo lo que era necesario, según ella.

Se recosto en el pasto para ver las nuves, las cuales creaban formas.

-Eren...-Escucho su nombre y miro de soslayo.

-Jean...-

-Sabes...-Se sentó cerca del castaño- mi mamá va a crear otro ripo de galletas y sacara las que te gustan a ti... para que vayas a comprar... le dije que te reservará...-

-Gracias... a mi mamá tambien le gustan esas...-Sonrió- galletas de avena com pasas de uva...-

-Si...-Se acosto al lado del castaño- este pueblo... esta un poco aburrido...-

-Si...-Eren suspiro melancólico- esa guerra lo arruinó todo...-

-Lo se...-

Siguieron mirando al cielo, hasta que se hizo un poco tarde.

Jean debía volver con su madre, para ayudarla en la panadería.

Eren también volvió a su casa, en donde su madre estaba tejiendo.

-¿Que haces, mamá...?-Le pregunto a la castaña.

-Una bufanda...-

-¿Una bufanda?-La miro confundido-¿Para que una bufanda...? Pronto estaremos en verano-

-Si, después en otoño e invierno...-Miro a su hijo- solo es por precaución y...-Sonrio levemente- no es para ti... así que no te preocupes...-

-¿Para quien es...?-Se sento al lado de su madre, arreglando la lana enredada.

-Para el Levi...-

-¿El sacerdote?-La mujer asintió-¿Por que tan amable? No lo conocemos en nada...-

-Me agrada... es una buena persona y nuestro nuevo sacerdote...-

-Al señor Nick lo llenaste de cosas...-rió un poco- el pobre no sabia como irse con tanto...-

-Si... el fue bueno... ayudo a todos durante la guerra... lastima que se fue... pero el Señor nos envió a otra persona que nos ayudara en todo...-

-Sip...-

Ayudo a su madre a tejer, sonreía al hablar con ella.

Cenaron juntos, se dieron las buenas noches y cada uno fue a su habitación.

Ya era cerca de medianoche.

El castaño se removia incomodo en su cama.

-Aah...-Gimio despacio.

Se toco su entrepierna.

Estaba erecto.

Al tocar su pene, mordio sus labios para no gemir tan fuerte.

Era un poco sensible.

Se recosto de lado, bajandose el pantalón de dormir.

Lamio un par de dedos y los bajo a su trasero.

MI PECADO, TU PECADO: LA LUJURIA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora