UNA SONRISA

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Le acariciaba la suave piel morena.

Lo observaba bajo las blancas sabanas.

-Eren...-le susurro y le acarició el rostro.

-¿Si...?-Abrió sus grandes ojos y le sonrió.

-¿Estas bien...?-lo acercó a su cuerpo y le besó la mejilla.

-Sip...-correspondió el abrazo.

-Te amo...-le susurro.

-Yo también lo amo...-

Volteo en la cama, poniendosé sobre el castaño.

Le gustaba besar los labios de Eren.

Eran dulces.

Se acomodó entre las piernas del castaño.

Le besaba el cuello, olfateando la piel.

-Haa...-suspiro y le acarició la espalda de piel pálida del azabache-Levi...-susurro.

-¿Mmh...?-Lo miro nuevamente, a los hermosos ojos.

-En verdad... lo amo...-sus piernas rodearon la cintura del azabache-Usted...-le acarició el rostro de Levi-Usted en verdad... es muy bueno...-

-¿Crees eso de mi...?-Le daba pequeños besos en el rostro.

-Sip... ¡Haa!-Gimio al sentir como Levi se introducía en su interior-L-levi...-

-Lo siento...- lo abrazo y comenzó a embestirlo.

-Mmh...-Lo miraba a los ojos y lo besó en los labios.

Sus manos se deslizaban por toda la piel de la espalda del azabache, rasgulandola y creando líneas rojizas.

Lagrimas se deslizaban por las mejillas del castaño, sus mejillas estaban ruborizadas.

Sus labios estaban rojizos, el sudor de su frente, provocaba que su cabello se pegase en ella.

Levi paso su mano por el rostro del castaño, peinando el cabello hacia atrás.

Se sentó en la cama, con el castaño en su regazo, no dejaba de moverse.

Le lamio y mordió levemente los hombros de Eren.

"Delicioso dulce".

Eso era lo que pensaba al saborear esa piel, esos besos.

El amor es algo muy difícil de entender, pero Levi no lo veía de esa forma.

Estaba enamorado de ese chico.

Ese hermoso chico lleno de vida.

Un gran placer que le provoca a su cuerpo, tenerlo junto a él.

Sus pupilas dilatadas, el sudor de su cuerpo, el brillo de sus ojos, sus suspiros, sus gemidos.

Lo abrazo a su cuerpo, sintiendo el latido de su corazón.

Podía jurar a el mismo Dios, de que sus corazones latian al mismo tiempo.

El hermoso y dulce pecado.

Su pecado solo es un chico llamado Eren, de solo 14 años de edad.

El chico que le cambio toda su vida.

El chico que lo volvió un pecador.

El chico que... con solo una mirada... con solo una sonrisa... con solo uno de sus deliciosos besos... le provoca estar arriba... estar en el mismo cielo...

La felicidad eterna del placer... de su pecado... de su amor por aquel chico...

-Aunque tus amigos se hayan ido a la ciudad...-Recosto al castaño y le besó el rostro-yo siempre estaré contigo... siempre contigo, Eren...-lo besó.

Eren le correspondió e hizo algo que amaba demasiado de ese castaño.

La hermosa y delicada sonrisa.

MI PECADO, TU PECADO: LA LUJURIA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora