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Las repetitivas gotas que caían de uno de los grifos mal cerrados de las duchas hizo que Jimin se abstrajera de lo que sucedía a su alrededor, dejando solo espacio al recuerdo de su infancia.

Su hermana pequeña jugaba en el jardín trasero de su antigua casa, su madre les había dejado solos por unos minutos para hacer recados y le había encargado que la cuidase mientras ella no estuviera. Su padre estaba trabajando.

Él se descuidó un momento, sin demasiado interés en la pequeña, que se dedicó a llenar la bañera de agua cuando entró a la casa.

Jimin escuchó unos gritos desde el exterior, donde jugaba a un juego en su Nintendo, tumbado en la hierba. En seguida se le cayó de entre las manos y corrió hasta llegar al baño, donde vio a su hermana dentro del agua, sin respirar.

El grifo goteaba.

Él tan solo tenía nueve años.

- ¡Jimin! ¡¿Vas a gastar toda la poca agua caliente que tenemos?!

Taehyung le miraba de reojo entre el champú y el largo flequillo que tapaba su visibilidad, mientras se lo aclaraba. Con la frente pegada a los azulejos, fingía estar enfadado porque el otro se había pasado todo el rato bajo el chorro de agua, con la mirada perdida.

Cuando él acabó tuvo que esperar a que Jimin también lo hiciera y comenzó a bailar delante del espejo del baño, cantando una canción de rap.

Después procedieron a lavarse los dientes y Jimin le siguió, divirtiéndose frente al espejo con su amigo, tuvieron un mini concierto.

Taehyung escupió la pasta y se retiró el flequillo mojado de la frente, haciendo teatrales reverencias de agradecimiento a sus fans imaginarios.

Minho y su grupo entraron en el baño a grandes zancadas, riéndose como idiotas por haberle robado la toalla a un pobre chico y hacerle ir desnudo hasta los vestuarios a por su ropa.

- Eh, mirar quién está aquí, el enano y su novia. Yo paso de ducharme con ellos delante, seguro que se fijan en mi culo.

Procedió a seguir riendo maníacamente con sus colegas, igual de crueles que él y le dieron un empujón con el hombro al pasar.

- Jimin y yo no somos gays.- Se encaró a ellos Tae con valentía, sorprendiendo a Jimin, que había adoptado la postura de ignorarles.- Los dos tenemos novia, ¿verdad que sí?

El otro le miró con resignación, teniendo que seguirle la mentira para que les dejaran en paz.

- Es cierto, así que parad de una maldita vez con eso.

- Bueno, eso ya se verá mañana, hasta entonces seguís siendo gays.

- Qué obsesión, vámonos.

Tae arrastró a Jimin de allí hasta el pasillo antes de que el ambiente se caldeara y alguien saliera herido, más probablemente su amigo.

Al día siguiente sería el día de las visitas, donde les dejaban reunirse durante un corto periodo con su familia, antes de ir a la guerra y acabar en el campo de batalla. Era como un pequeño incentivo para que no se vinieran abajo, el cual parecía funcionar, ya que todos no paraban de hablar de eso. Al menos ya dejaron de comentar cada paso que daban los hombres de las fuerzas especiales, tema que tanto molestaba a Jimin.

Bulletproof • Yoonmin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora