Esa noche del 13 de enero, Clear estaba en su casa cuando recibió una llamada – ¿todo listo? Muy bien, que así sea – dijo en una breve llamada, estaba esperando a sus amigos que iban a su casa a compartir mientras alisaba su oscuro pelo. Por su parte y en su casa, Rebecca soltó su teléfono para terminar de arreglarse mientras en otra habitación, su mejor amiga, Elizabeth desconectaba los auriculares de su móvil y buscaba su mejor ropa para ver a sus amigos. Frank, desembolsaba su teléfono nuevo y probaba haciendo llamadas para conocer su nuevo número. Felipe, que era el que más gozaba de las fiestas, colgó su teléfono y salió camino a la casa de Clear para encontrarse con sus amigos. Por su parte, el último integrante del grupo, Manuel, Iba camino a la junta cuando recibió un llamado pero al parecer era equivocado, fue demasiado corto el diálogo para ser un conocido.
Luego de un rato, ya todos habían llegado a casa de Clear, excepto Frank, solía ser impuntual así que los chicos no se preocupaban mucho por él, además de su físico alto corpulento, quien le haría algo a él, pensaban los chicos. Cuando Frank iba casi llegando al lugar, alguien venía corriendo de frente a él y cuando pasó al lado chocaron sus hombros, Frank lo miro extrañado, no pudo reconocer si era algún conocido debido a la oscuridad pero si notaba manchas un tanto extrañas en su ropa. El hombre recogió lo que se le había caído de su mano y continúo su camino.
Frank llegó a la casa de Clear con la personalidad que lo caracteriza, gritando desde afuera de la casa
- ¡Abran que llegó el alma de la fiesta!
Los chicos dentro de la casa rieron y Clear hizo pasar a Frank, se saludó con cada uno de sus amigos. Era la primera vez que se veían desde que termino el año universitario, se pusieron al día con las preguntas correspondientes, mientras Clear les ofrecía a todos algo para beber. Rebecca siempre dependiente de su celular, estaba más callada que otras veces, Felipe miraba continuamente su celular, como esperando algo y Manuel por su parte, tomaba todo lo que traía Clear. Frank le mostraba su teléfono nuevo a Elizabeth quien luego desviaría su mirada hacia Rebecca.
- ¿Qué pasa Rebecca? Tan callada que estás
- No pasa nada, solo que estoy acá revisando las noticias y pasó algo acá en la ciudad, hace poco, una hora diría yo
- ¿Cómo pasó algo? No te entiendo, explícate
La atención de todos se centró en Rebecca que evidenciaba una cara de angustia
- Aquí dice que hace un rato atrás hubo un doble asesinato, aquí en la ciudad, no hay rastros ni testigos por ahora
Todos se miraban sorprendidos, nunca había pasado nada parecido en la ciudad. Las chicas se preocuparon más, parecían aterrorizadas pero los chicos eran como si disfrutaran la noticia, la comparaban con películas y se reían. Pasó un momento y empezaron a retomar sus asuntos, se preguntaban sus planes para los próximos días, cuando podrían volver a verse, todos reían, conversaban y bebían, aunque Manuel se emborrachó y tuvo que ir a dormir antes de lo que él hubiese querido.
Todos se fueron esa misma noche y solo Elizabeth se quedó con Clear, que la ayudo a ordenar y limpiar el desastre que habían dejado, ahora iban camino al supermercado.
- Lo pasé bien anoche, ¿tú no? Lo mejor fue cuando Manuel vomitó en la chaqueta de Felipe
- Bueno, para quien no limpia siempre será divertido –dijo Clear riéndose
- Tienes razón, bueno Clear, me tengo que ir, yo me voy por este lado
- Gracias por ayudarme a ordenar
- Espero que hayas aprovechado mi momento de bondad – se ríe – cuídate.
Clear entró al supermercado, hizo sus respectivas compras y salió. Sin embargo, tenía un mal presentimiento o algo más que eso, se sentía observada y que alguien la seguía pero no le importo mucho –tonteras mías- pensó y se fue. Muchos metros lejos de ella, había un hombre alto mirándola fijo, se dedicó a observarla solamente, mientras anotaba algo en su teléfono.
A la mañana siguiente, Felipe estaba en su casa, recién se había levantado luego de una buena noche con sus amigos, se iba a dar un baño cuando le llega un mensaje de un número desconocido:
- Hola Felipe, ¿Quieres jugar?
Felipe se preguntaba a sí mismo de quien podría ese número de teléfono, no lo encontraba conocido – Frank quizás y su teléfono nuevo – pensó, pero no sabía tampoco porque le habría de preguntar eso.
- Sé que lees mis mensajes. La idea de jugar te intriga, dime ¿Quieres jugar?
- ¿Quién eres? – le preguntó Felipe muy intrigado- ¿A qué quieres jugar?
- Podemos jugar a lo que quieras, pero esta vez jugaremos a matar a tus amigos.
Por otra parte, al día después de la junta con sus amigos, Rebecca estaba en el centro comercial, donde pasaba gran parte de su tiempo libre y aunque no tuviera dinero, le gustaba ir a ver, pero esta vez sí tenía y se compró ropa nueva, estaba pagando un pantalón que llevaría cuando recibe una llamada
- Hola Rebecca, ¿Qué tal las compras?
- ¿Quién eres? – le preguntó Rebecca, mirando a su alrededor - ¿Te conozco?
- Soy tu próximo mejor amigo
- Creo que ya estoy bien con los que tengo. ¿Qué quieres?
- Quiero que juguemos, Rebecca
- ¿Jugar, en serio, eres un niño o qué? ¿y a qué quieres jugar?
- A matar a tus amigos.
Rebecca miró a todos lados y solo colgó.
Frank, Manuel y Elizabeth están sentados en un parque cuando a Elizabeth le llega un mensaje de un número desconocido.
- Elizabeth ¿Un gusto compartir con tus amigos?
- Siempre. ¿Quién eres?
- Qué lástima que dentro de una semana tengas que matar a uno
- No estoy para tus bromas, imbécil
- Ve escogiendo o sino la asesinada serás tú.
Elizabeth guarda su teléfono y toma sus cosas rápidamente y se para
- Que pasa mujer, a donde vas tan rápido
- Debo irme, lo siento chicos
Manuel mira a Frank y ambos se ríen, con cierta extrañeza en la actitud de Elizabeth pero ambos tuvieron un mismo pensamiento en ese momento y lo expresaron: ¡Mujeres!
Lo que seguramente ellos no sabían es que ellos también formarían parte de esos mensajes y en cuanto se fuera cada uno por su lado, también estarían involucrados y dejaría de ser tan gracioso como hace un rato atrás.
Elizabeth corre incansablemente a través de las calles, camino a casa de Clear. Cuando llega, toca el timbre y Clear la hace pasar
- ¿Eli, qué te pasa? Tan agitada que estas.
- Necesito hablar contigo, pero que sea un secreto por ahora
- ¿No podías contarme cuándo nos vimos hoy temprano?
- Esto pasó ahora
- Está bien, te escucho.
Suena el timbre otra vez, Clear no esperaba más visitas y tampoco estaba preparada para otra visita de improvisto.
- Espérame, iré a ver quién es.
Clear sale de su casa pero no había nadie, en el suelo, en cambio, solo había una carta con un papel adentro, Clear abrió la carta, sacó la hoja que estaba dentro y la abrió. Sus ojos se abrieron como nunca y se llevó la mano a la boca, tiritando. Se guardó la carta y entró.
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Sin salida
Teen FictionClear y su grupo de amigos se ven atormentados por un extraño asesino que intentará ponerlos uno en contra de otros, con ayuda de un detective privado, Gabriel, tratarán de investigar quien esta detrás de todo esto, luchar y lo más importante, sobr...