Capítulo IX: Un paso o más

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Frank lleva a Clear hasta la casa de Jhon, dejan el auto afuera y entran, Clear estaba bajo la constante amenaza del arma y no tenía muchas opciones para escapar. Frank la dejó en el piso para luego amarrarla con una cuerda de manos y pies, Clear lo mira y le dice

- Sé quién eres, no trates de seguir ocultándote

- Frank le lanza una bofetada – solo hablas cuando yo te lo pida

- Los dos sabemos que no quieres esto, Frank

- Frank vuelve a golpear a Clear - te dije que te callaras

- Aún puedes salirte de esta mierda, nadie sabe quién eres, no queremos que se ponga peor

- No tuve elección –decía mientras se sacaba su característica máscara- me iban a matar

- Tranquilo, sé que no es tu culpa

- ¿y ahora qué? ¿Qué pretendes qué haga?

- Déjame ir, escapa, no tendrás otra oportunidad

- No tengo donde ir

- Solo huye, si tú me ayudas, puedo ayudarte

- ¿Cómo?

- Primero desátame, segundo dame tu teléfono y yo te doy el mío, si necesitas algo puedes llamarme. Pero ten claro, es tu única oportunidad de huir

Frank no lo pensó dos veces, sin desatarla, le quita su teléfono y le pasa el suyo. – Suerte Clear, gracias – fue lo único que dijo, dio media vuelta y se marchó corriendo, olvidando desconectar el GPS del automóvil. Apenas Frank se fue, Clear intento desesperadamente romper las cuerdas que le impedían moverse, -estoy en la casa de un asesino, debe haber algo acá con que cortar esto- pensó ella que con sus pies atados se levantó a buscar una solución.

Elizabeth llegó a su casa con Gabriel, lo acostó en una cama y le pedía ayuda a él para poder sanarlo

- No te preocupes tanto, estaré bien

- No se nota, mira cuanta sangra, dime que hacer

- Tranquila Eli, está bien

- Te traeré agua, paños y vendas

- Te dije que está bien – respondió Gabriel gritando – lo siento, no quise gritarte pero no quiero que te preocupes, estaré bien, por ahora tenemos cosas más importantes de la que preocuparnos.

Elizabeth se acercó con evidente tristeza en sus ojos y lo abrazó

- Ya perdí a muchos amigos, no sé dónde está Clear, otra vez y no puedo perderte a ti también.

Felipe se levantó lentamente, cogió el arma, la guardó en su chaqueta, fue a buscar agua para limpiarse las heridas de su rostro, pero el dolor lo superaba con creces y se sintió obligado a sentarse esperando que dolor pase, después de unos minutos, se vuelve a levantar y camina hacia la salida de la casa.

Gabriel insistía en estar bien, Elizabeth le pasó un par de vendas que el mismo se puso mientras conversaban

- La bala entró y salió, me duele pero no moriré – se río suavemente – pero no tenemos tiempo que perder, no podemos permitir que nos saquen más ventaja

- Hagámoslo

- Hay que rastrear el teléfono de Clear.

Jhon después de todo lo ocurrido en la casa de Gabriel, escapó tosiendo por la cantidad abundante de humo que produjo las bombas artesanales que el mismo lanzó, corrió lo más lejos que pudo, también escuchó el auto marcharse y solo dio vuelta y lo vio alejarse, - si es Frank, sé a dónde terminará esto - pensaba Jhon, así que partió caminando a dónde él creía que estarían. En su cabeza, él estaba seguro que Frank habría cumplido el encargo de llevarse a quien estuviera en el auto, sacó su teléfono y reviso el GPS que previamente Frank habría colado en el vehículo, revisó y se dio cuenta hacia donde iba el auto, a su casa.

Sin salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora