Sin salida

Capítulo VIII: Lo que no te mata...

Estaban todos reunidos, se miraban a los ojos entre todos con un silencio abrumador entre ellos, todos estaban decididos a actuar pero no sabían cómo. Gabriel tiene una idea pero significa poner en riesgo a alguien

- Felipe, Elizabeth, en ese cuadro que vieron en la casa del asesino, ¿Quién venía después de Rebecca?

Elizabeth evitaba hablar con él, solo lo miraba pero ignoraba lo que decía, Felipe le respondió

- Gabriel, lo siento

- No hay problema

- Tu vienes después de Rebecca, creo que saben que sin ti no podemos llegar muy lejos

- Ok, está bien, no hay problema, tengo un idea para acabar con ellos, un plan, pero necesitaré que todos colaboremos

Nadie se negó, todos sabían que si no atacaban ellos antes, iban a perder a otro de sus amigos, era la única solución que tenían.

- Explícanos – dijo con convicción Clear

- Bien, para empezar, tengo dos armas más, aparte de la mía...

- Espera, ¿Qué? – interrumpió Elizabeth – No quieres atraparlos, quieres matarlos

- No, no, tranquila, es solo si las cosas salen mal, la idea es que Felipe y yo tengamos una, no sé si alguna de ustedes dos, quiere la otra

- Creo que yo puedo hacerlo – Dijo Clear mientras miraba a Gabriel

- Muy bien, entonces así lo haremos, ya que yo soy el siguiente en la lista, haré que uno de los dos me siga hasta acá, Felipe tú te esconderás en algún lugar de aquí, ahí veremos dónde y aparecerás cuando yo te lo diga. Chicas, ustedes dos, pueden esperar afuera, en el auto, para que escapemos rápidamente si algo sale mal. Así de simple, Felipe, cuando yo te diga que dispares, lo haces y acabamos con esto

- Suena bastante simple – respondió Clear

- Ojalá así sea. Creo que estas radios aún funcionan – les entrega unos Walkie-talkie a Clear y Elizabeth – deberíamos probarlos y así ustedes avisan cuando llegue nuestro invitado.

Luego de probar los radios y comprobar que estaban en buen estado, Clear se alejó del resto para ir al auto y saber dónde tenía que esperar, Elizabeth insistía en probar los radios y Gabriel empieza a buscar un escondite para Felipe.

Por otra parte, Jhon se acerca a Frank para hablarle.

- Escucha Frank, cada vez queda menos. Hoy debemos acabar con el siguiente, que es el policía bueno, pero lo bueno siempre tiene fin.

- ¿Algún plan?

- Siempre. Pero necesito tu ayuda con algo

Ambos se pusieron frente a una mesa, Jhon abrió un mueble cercano y sacó varias herramientas que le pasó a Frank, y este se puso a trabajar con ellas para cumplir el favor que le habían pedido, alinearon sus cuchillos pero esta vez Jhon sacó una pistola y apuntó a Frank.

- Creo que esta vez necesitaremos esto.

Frank miró asustado a Jhon que se reía de él.

- Cuando estés listo con mi favor, salimos, sé dónde vive, sé cómo entrar, será más fácil de lo que esperamos. Un último favor, necesitaré que pongas esto – le entrega una especie de rastreador GPS a Frank – tu sabes dónde tienes que colocarlo.

Se hacía ya de noche y estaban todos listos, Felipe estaba escondido y Gabriel en su casa, hablando por radio con las chicas. Ellas estaban en el auto, lo suficientemente escondidas y tenían a la vez una perfecta visión de la casa. Elizabeth y Clear se miraban con nervios hasta que una de ellas tomó el radio y se comunicó con Gabriel