Capítulo III: Las reglas del juego

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Jhon estaba en su casa, sabía que cualquier día, podría ser el momento en el que volviera a actuar. Fue a su garaje y prendió la luz, ahí estaban todas sus herramientas, su máscara, cuchillos de todos los tamaños, guantes, cuerdas, un par de pistolas y muchos teléfonos desechables.

Elizabeth notó que Clear se puso rara, con cara de preocupación ella le preguntó si pasaba algo, Clear miraba al vacío, tardo unos segundos en reaccionar y finalmente le respondió

- Lo siento, pero necesito que te vayas, tengo que salir urgentemente.

Elizabeth con una mezcla entre enojo, preocupación y angustia, accedió a su petición pero evitó hacerle preguntas porque aún estaba pensativa por lo que había pasado cuando estaba con los chicos.

Clear llegó hasta la oficina de policías más cercana y para su mala suerte, el único agente con tiempo para hablar, tenía una cara de muy pocos amigos

- Oficial, hola, quiero hacer una denuncia por acoso

- ¿Acoso, a qué le llamas acoso?

- Me llegó esta carta.

- No tiene buena espina – dijo mientras revisaba el papel sin mucho ánimo - ¿Primera vez que te llega algo así?

- Sí, pero...

- Lo siento, no son pruebas suficientes, además estamos bastante ocupados, si llegas a tener algo más concretos, puedes volver

- Ok, gracias

Clear no se preocupó, solo salió caminando pero no tuvo más opción que irse a su casa, enojada y pensativa.

Elizabeth aun pensando en esos mensajes que recibió y tras tener que marcharse inesperadamente de la casa de Clear, decidió ir donde Manuel. Lo llamó, dijo que lo esperara que pronto estaría por allá y así fue.

- Manuel, amigo, ¿Cómo has estado?

- Bien gracias, ¿tú?

- Bien, supongo

- ¿En qué te puedo ayudar?

- Nada, solo pasaba cerca y quise pasar a ver a mi amiguito – mientras le agarraba la mejilla -.

- Ve directo al grano.

- ¿Qué piensas hacer de tu futuro?

- Estudio para ser abogado, ¿No es un poco obvio?

- Claro, obvio. ¿piensas en casarte, tener familia, hijos talvez?

- ¿Por qué tanto interés? nunca fui tu amigo favorito

- Nunca es tarde para... ¿formar una linda amistad?

- Sabes – Manuel apunta con su dedo para atrás – tengo un... algo pendiente.

- Ah ok, comprendo, disculpa – camina hacia la puerta.

- Adiós, mejor amiga. Dijo Manuel irónicamente

Elizabeth no hallaba que hacer, se sentía desorientada tras recibir esos mensajes, fue a ver a dos de sus amigos y ambos tuvieron algo que hacer, frustrada fue a donde alguien que si no estaba en su casa, sabría dónde encontrarla.

Por su parte, Frank era bastante despreocupado, así que poco le importaron aquellos mensajes, así que como si nada hubiese pasado fue a ver a Felipe, quien cuando llegó Frank, lo invitó a pasar.

- Sabes, estoy extremadamente aburrido

- ¿Y yo tengo cara de payaso?

- No pero pensaba que podríamos jugar a algo

Sin salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora