●Capitulo 1●

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Pecaminoso.
Vergonzante.

Tres gloriosas semanas sin dar ni un golpe. _______ abrió un ojo para vigilar a su hijo. Nathaniel estaba sentado a sus pies, haciendo montoncitos de arena. Su pelo rubio brillaba bajo el sol y sus diminutas facciones estaban ensombrecidas por la concentración.

El corazón de _______ se hinchó al mirar al niño y levantó los ojos al cielo para dar gracias por aquellas vacaciones que le había regalado su abuela. Tres semanas de vacaciones con su hijo. Nada de hospital, nada de guardería…

En la distancia, podía ver las olas y a la gente colocando sombrillas y toallas sobre la arena, entre el mar y el sitio en el que estaba tumbada con el niño. Era temprano, pero la playa pronto se llenaría de bañistas.

________ dejó caer la cabeza y suspiró de nuevo. Aquellas eran sus primeras vacaciones en mucho tiempo. Incluso cuando estaba embarazada, había trabajado hasta un día antes de dar a luz y volvió al hospital dos semanas después del nacimiento del niño.
Pero su abuela había querido dar una sorpresa. Sin decirle nada, compró los billetes de avión, reservó la habitación en el hotel y después le presentó el asunto como un hecho consumado. Era el mejor regalo que le habían hecho en toda su vida.

________ se dio cuenta entonces de que Nathaniel había dejado de echarle arena en los pies y se incorporó, inquieta.

— ¡Nathaniel! Ven aquí, cielo —llamó a su hijo, que estaba a unos diez metros de ella. Pero el niño no le hizo caso y siguió caminando, para dejarse caer en la arena unos metros más adelante— ¡Nathaniel!

En ese momento, ________ vio a un hombre corriendo por la playa. Corría tan rápido y tan concentrado que no parecía haber visto al niño que estaba en su camino.

El grito de _______ rompió el aire tranquilo de la mañana. El corredor vio a Nathaniel y en el último segundo intentó apartarse, pero la maniobra falló cuando el niño se levantó y pareció dirigirse directamente hacia sus piernas.

El hombre cayó al suelo. ________ escuchó un sonido, como el de un hueso al partirse, y después un grito de dolor.

—Dios mío —murmuró, corriendo hacia el hombre que estaba tendido en el suelo con la pierna derecha colocada en un ángulo imposible. Un ángulo que, según su experiencia, evidenciaba una fractura— Que alguien llame a una ambulancia —gritó a la gente que miraba, antes de inclinarse hacia el herido— No se mueva. Enseguida llegarán a un médico.

Los ojos del hombre eran de un marrón muy claro en contraste con su piel bronceada. No se había afeitado y una sombra oscura cubría sus facciones, dándole un aspecto formidable. ________ no sabía si era dolor o furia lo que brillaba en aquellos ojos, haciendo que el café pareciera casi de hielo.

—Ese niño ha intentado matarme —dijo el hombre, entre dientes.

Estaba furioso, pensó ______. Muy furioso.

—Lo siento mucho —murmuró, observando su mano derecha, que empezaba a hincharse. Al caer, había colocado la mano en mala posición y sospechaba que debía tener también un par de dedos rotos, además del hueso de la pierna.

Se sentía responsable. Era culpa suya. Debería haber estado vigilando a Nathaniel con más atención.

—No se puede imaginar cuánto lo siento —añadió, compungida.
—¿Qué es lo que siente? —preguntó él, haciendo un gesto de dolor.
—Es mi hijo.
—¿Y cómo se llama, «Terminator»? 

________ se arrodilló frente a él y cuando el hombre lanzó un gemido de dolor, se dio cuenta de que había apoyado la rodilla en su mano sana.

—Lo siento. — Cuando intentó mover la rodilla, nerviosa, lo golpeó en las costillas sin querer.
—Por favor, señora, apártese antes de que me mate.

"Only a Kiss" ➳ Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora