●Capitulo 4●

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Zayn se echó hacia atrás en el sofá y estiró las piernas por debajo de la mesa, tarea difícil porque para hacerlo tenía que apartar primero con el pie la basura que había en el suelo.

No había querido pedirle a _________ que lo ayudara, pero después de una hora intentando pasar los informes, estaba desesperado.

Cuando Nathaniel se acercó con un camión en la mano, Zayn frunció el ceño. Afortunadamente, era de plástico. Si hubiera sido de metal, se habría preocupado.

—Tamión —le dijo el niño, ofreciéndole el juguete.

—Sí —murmuró Zayn, mirando a la mujer que estaba sentada frente a su ordenador.

Un momento antes, cuando ella se había inclinado para ver la pantalla, estaban tan juntos que en lo único que pensaba era en besarla. Había sido un lapsus momentáneo y, afortunadamente, no había seguido su impulso.

Aun así, lo que ese impulso le había hecho pensar era en la vida de monje que llevaba desde unos años atrás.

Lo que necesitaba era encontrar una mujer que creyera en las mismas cosas que él: nada de compromisos, nada de relaciones estables, solo pasar buenos ratos juntos, sexo y nada más.

Zayn sabía bien que ________ Criswell no entendería esas reglas. Ella no solo esperaría, sino que exigiría un compromiso. Además, solo estaría en Florida durante unas semanas antes de volver a Kansas para seguir buscando a su príncipe azul.

Con un poco de suerte, podría manipular su sentimiento de culpabilidad por el accidente para que le hiciera un par de comidas antes de que volviera a casa. Pero nada más.

Pensando en eso, tomó el teléfono y marcó el número del restaurante italiano. Dos minutos más tarde, había pedido su pizza favorita, la que llevaba de todo. Después de colgar, se sobresaltó al ver que Nathaniel había saltado al sofá y estaba mirándolo con sus ojitos azules.

—Tamión —repitió el niño, ofreciéndole el juguete de nuevo. Sus ojos sostenían los de Zayn sin parpadear, completamente concentrado como solo podía estarlo un niño pequeño.

Con un suspiro de resignación, luchando contra lejanos recuerdos que le hacían sentir alegría y dolor al mismo tiempo, Zayn tomó el camión. Nathaniel sonrió.

— ¡Mami! —gritó, señalando a ________.

— Sí, ya lo sé. Es tu mamá — asintió Zayn. Habían pasado casi cinco años desde la última vez que tuvo cerca de un niño de la edad de Nathaniel.

Y durante ese tiempo, había tomado la decisión de no relacionarse con niños nunca más. No comía en restaurantes familiares, no iba al zoo ni al parque de atracciones y no solía ir al cine cuando la película era para menores de dieciocho años. Pero no había forma de evitar a aquel niño que parecía decidido a conectar con él de cualquier forma.

—Luz —dijo Nathaniel entonces, señalando la lámpara.

—Luz —asintió Zayn, preguntándose si iba a tener que repasar el repertorio completo de vocabulario mientras el niño señalaba cada objeto.

Nathaniel se puso de pie en el sofá y se apoyó sobre su pecho.

—Papá —dijo el niño entonces.

Sin previo aviso, apretó la nariz de Zayn. Las diminutas uñas eran como pinzas de cangrejo y Zayn soltó un grito de protesta.

—¡Suéltame!

— ¡Papá! —gritó Nathaniel, sin soltar su presa. _________ se volvió y al descubrir la escena, se puso la mano en la boca.

— ¡Nathaniel, suéltalo! —gritó, levantándose de la silla.

"Only a Kiss" ➳ Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora