Capítulo 5

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Ni siquiera había dormido un poco y el nuevo sol de ese día ya se asomaba en todo su esplendor, y todo se lo debía al niño molesto que dormía plácidamente en el sillón y a su mascota recién bautizada.

Byun BaekHyun era un problema que lucía adorable y hermoso mientras dormía. ChanYeol miró de nueva cuenta al chico que estaba desparramado sin gracia y sonrió.

El gran magnate Park ChanYeol sonrió. Esa información de su propio cerebro lo hizo sonrojarse, estaba demás negar lo estúpido que se sentía cuando él niño estaba alrededor y en ese punto ya comenzaba a sospechar que la vieja Vizca tuvo un plan, pero aún era demasiado pronto para definir que "eso" fueran sus intenciones.

ChanYeol cerró la carpeta en su escritorio y se puso de pie estirando los músculos, se acercó pasó a paso hasta el sofá mirando con cuidado cada rasgo de BaekHyun. Pestañas largas, piel tan blanca que parecía de terciopelo, un par de cejas oscuras que hacían contraste con su cabello rubio claro, pero lo que más llamó su atención fueron sus labios. Rosados, rellenos y delgados, tan apetecibles que su boca se hizo agua de momento.

El perro recostado sobre el piso bajo la cabeza al percatarse de que quien acechaba a su amo era conocido, sin duda el niño había salvado a un amigo fiel.

BaekHyun se removió en sueños y ChanYeol observó unas peculiares marcas detrás de su cuello, eran púrpuras y algunas más de color verdes.

— BaekHyun. — ChanYeol removió al chico sujetándolo por el hombro. — Despierta.

El menor gimió dando un manotazo al aire alejando a ChanYeol mientras murmuraba que era muy temprano y solo el nombre de Luhan escapó de sus labios.

ChanYeol apretó los puños cuando sus movimientos revelaron más de la piel maltratada debajo de su camisa. Alguien le había dado una paliza, y fue lo suficientemente cobarde como para hacerlo en lugares que la ropa cubriría sin problema.

— ¡BaekHyun, levanta!

El nombrado se sentó de golpe mirando a todos lados desorientado intentando ubicar donde estaba.

Había tenido un sueño tranquilo, por primera vez en muchos meses había dormido muchas horas de corrido y no quería despertar y toparse con su realidad. Un cielo azul, árboles verdes y aves cantando...

Pero en lugar de eso se topó con un cabello oscuro rizado que caía despreocupadamente sobre su frente, un par de ojos dorados y ardientes como el infierno, sin mencionar esa quijada varonil y como la manzana de su garganta se movía... Park ChanYeol había estado en sus sueños, y era tan perfecto.

— Quítate la camisa. — dijo con voz pesada.

BaekHyun aún estaba intentando procesar lo que sucedía, porque la orden gruñida por parte del alfa no podía ser real.

— No soy tan fácil. — BaekHyun sonrió como bobo sintiendo los ojos cerrarse de nuevo, pero una calidez en su mejilla los hizo abrirlos.

La mano de ChanYeol lo sujetaba con amabilidad, BaekHyun estaba prendado de esos ojos, sin duda.

— Haz lo que te digo. — dijo con su voz más tranquila.

BaekHyun asintió y terminó por levantar su camisa hasta que la lanzó a sus pies. El frío entrando por la ventana le mando escalofríos haciendo que se encogiera en sí mismo.

Por su parte ChanYeol apenas y pudo reprimir un gruñido en su pecho. Toda la espalda del chico estaba cubierta por moratones en diferentes tonalidades, había marcas de azotes que iban sanado muy lento.

Para ese momento BaekHyun ya estaba despierto completamente, consiente de su torso expuesto tiró de la cobija para cubrirse pero el alfa se lo impidió.

Serendipity - ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora