Capítulo 1

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Desde esa mañana sus movimientos eran robóticos, BaekHyun no se sentía en su piel. Era como si algo hubiera sido arrancando desde el fondo de su alma, como si de pronto el motivo de su existencia hubiera sido drenado y solo quedara un caparazón vacío.

Tan pronto recibió la llamada del médico, salió del apartamento sin nada en mente más que cumplir con la promesa que había hecho. Ella le hizo jurar que si llegaba a morir antes de que cumpliera la mayoría de edad, BaekHyun se perforaría los pezones, de lo contrario sería su bisabuela quien se los perforará.

BaekHyun había comenzado a llorar cuando caminó de regreso a casa. Él no sintió dolor cuando el chico del estudio atravesó con las agujas la sensible piel de sus pezones, porque nada se comparaba a lo que le desgarraba por dentro. Llegó a la casa grande siendo recibido por el mayordomo quien sin una palabra lo llevó hasta la habitación de su abuela para que se alistara.

Suficiente lamentable se veía ya como darle un abrazo de pésame que sabía de sobra lo iba a romper un poquito más.

Termino de ajustar la corbata negra sobre su cuello exitosamente y en la primera, dado su logro sonrió con tristeza sin poder evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos de nueva cuenta.

— Baba, lo logre esta vez sin tu ayuda. — le dijo al retrato de la mujer mayor que estaba adornado con una cinta negra. Acarició con sus largos y delicados dedos la sonrisa enorme de su bisabuela. — Y-yo-... puedo solo... ahora está bien-... camina en paz.

Un fuerte sollozo sacudió su cuerpo mientras el llanto desgarraba desde el fondo de su corazón. Abrazo el retrato contra su pecho sin poder evitarlo e importándole poco el ardor de su reciente adquisición al frotarse contra la tela de su ropa.

Espero alrededor de una hora solo en la habitación que fue de su bisabuela y donde según el doctor Kim, dio su último respiro.

Era tan pulcra y silenciosa que no parecía que una vieja ruidosa de más 90 años hubiera pasado sus días. BaekHyun creció con ella, Vizca Byun fue una mujer con sangre de alfa que había llevado el apellido de su bisabuelo a la cima de los conglomerados del nuevo siglo, pero eso no duró mucho cuando sus tíos comenzaron a despilfarrar a diestra y siniestra, lo único que quedaba era la herencia del propio BaekHyun, misma que el pequeño omega desconocía hasta ese día.

Escuchó los ruidos de sillas y voces, suspiró imaginando que las hienas habían llegado, y con un último vistazo al espejo bajo al gran salón con el retrato de su abuela aún abrazado a su pecho.

BaekHyun era un joven menudo de baja estatura, comparado a los monstruosos cuerpos de sus primos, claro, pero tampoco era como si padeciera enanismo para ser un chico. Él se consideraba normal en cierta forma. Su piel era blanca como la de su madre, y puede asegurar que ese rasgo era lo único que compartía con la mujer, el resto de sus genes se lo debía a su padre. Además de que al igual que él le gustaba pintar su cabello de diferentes tonos, y en esa ocasión le tocó llevar un rubio cenizo.

Inmediatamente todos los ojos se dirigieron a él cuando llegó hasta la entrada del salón principal, hombres y mujeres vestidos de negro conversaban tan elegantemente que parecía la escena de una película de horror, la sola imagen le mando escalofríos.

— BaekHyun. — saludó un hombre grande con porte de alfa, su cabello era canoso pero aún parecía demasiado conservado y musculoso.

Un prospecto a sugar daddy. Sin duda ese sería el comentario que le haría a su mejor amigo Luhan, después lo golpearía por ser tan maleducado.

— Tío. — BaekHyun dijo. No sabía cuál de todos los jodidos tíos era. Kwon, Kyo, Gong... no lo sabía. Al único que diferenciaba era a Wook, quien era su padre y no estaba ahí.

Serendipity - ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora