Carta ocho

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Fue una noche preciosa porque la pasé contigo. Ambos teníamos algo muy muy adentro que hace tiempo queríamos sacar, ahora fue el momento y valió la pena. 

Aún estabas dormido, te veías tan lindo e inocente, miré tus pestañas largas y tus cejas del mismo color, me gustan. Te vi a ti.

De un momento a otro llegué a pensar que esto no era tan malo en realidad, solo era el presente, un presente que no llegué a contemplar pero que me gustaba, me gustaba estar contigo, despertar a tu lado, pero, yo tengo algo que hacer. 

Si, tengo algo que hacer, y no puedes venir así de la nada y decirme que quieres estar conmigo porque voy a dudar. No puedes quererme, Marco, no puedo quererte porque tengo algo que hacer. No quiero dudar, es un deseo y no quiero. No quiero que lo hagas, No quiero que me ames, no te puedes enamorar de mi, joder. No me puedo enamorar de ti. 

Tu descubriste lo que un día intente hacer, me diste tu apoyo y yo no te conteste de la mejor manera, solo te dije que "la puta ayuda nunca funciona" Perdón, Marco, perdóname por ser tan imbécil porque después de todo siempre estuviste ahí.

Espera... ¿Qué dije? ¿Amor?

Veinte cartas. {M.A}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora