[Pidge x Lectora]

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"UNOS SEGUNDOS"

"Este one one shot se sitúa en el AU School."

¿Cómo habías llegado a aquel punto?

Estabas delante de una castaña de anteojos, acorralando a la joven, analizando sus finos labios y sus facciones androginas. Cómo su respiración al chocar contra tu piel causaba un empañamiento en sus lentes.

Esa situación estaba mal, más que mal. Eras la mejor amiga de Keith y ella su novia.

Sin pensarlo no habías evitado el enamorarte de ella, sin saber si importar el seguro rechazo por ser mujer, no era algo planeado y era lo que odiabas del amor.

Tu corazón se estrujaba al momento de recordar el día en que Keith las presento. Cómo el brazo de tú amigo rodeaba el los hombros de la castaña y por primera vez, una enorme sonrisa yacia en sus labios del azabache. La enorme felicidad que te inundó al verlo así, esa sonrisa que siempre veías cuando su hermano Shiro seguía con vida.

Apretaste los ojos cerrandolos.

La primera vez que saliste con ella para averiguar que no le hiciera daño, pues Keith era el ser más cercano a una familia que tenías. Sin previo aviso, su personalidad te cautivó.

Apretaste el agarre sobre las caderas de la más baja, sacándole un leve respingo. El rostro de Pidge denotaba confusión.

Hubieras deseado no citarla aquel día. No sólo traicionaba la confianza de Keith, sino, de la misma Pidge, pues ella también era tu amiga.

Tal vez eran las copas de más o la cercanía, pero la tentación estaba ahí. Probar sus labios era una necesidad latente, que de completarse cambiaría las cosas.

--- Lo siento, Pidge.- Musitaste para que la menor te escuchara con claridad, aún con la música a todo volumen.

--- ¿(T\N)...?- Pronunció ciertamente ella antes de interrumpir lo que dirá.

Agachaste tu rostro, ya no había vuelta atrás, así que demostrarse seguridad en tus movimientos. Acortaste la distancia entre las dos, sentías como su respiración se había parado de golpe, había captado el ambiente. Besaste sus labios, aquellos labios delgados pero suaves, claramente los labios de una mujer. Empezaste a mover tus labios sobre los de ella, casi obligándole a corresponder el beso que plantabas.

Por un momento, todo iba lento. Por un momento, todo iba bien en tu mente, habías deseado mucho ese momento con la castaña. Una sensación agradable y cálida te recorrió.

Un empujón.

Pidge te había empujado alegandote a la fuerza de ella. Abriste los ojos notando como ella estaba llena un mar de lágrimas que empapaban sus ojos. Lloraba por tu culpa, eso te hizo estrugar con fuerza tú corazón.

---Pidge, No...- Tu mano se dirigió hacia su mejilla para limpiar sus mejillas, sonrias nerviosa, rápidamente ella la rechazo con un golpe sobre su muñeca. - P-Por favor...

---¡No!- Pronunció ella entre lágrimas, firme, como lo era siempre.

Sin pensarlo dos veces, la castaña salió corriendo de aquel baño. Empezaste a seguirla, perdiendola entre la multitud de aquel antro.

Cuando saliste y buscaste a la pequeña con la mirada. Sonreiste algo aliviada cuando la topaste, pero, estaba entre los brazos de Keith, que te miraba de mala manera, con odio y rechazo. Él abrazaba posesivamente a Pidge. Tu sonrisa desapareció.

Ellos empezaron a irse del lugar sin mirarte más.

Unos segudos.

Unos segundos bastaron para volverte en la mala este cuento.

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Espero que les haya gustado. Gracias a todas que votaron en el la pregunta. Prometo darles el gusto con "lector" en un próximo capítulo ;u;

Voltron [ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora