Mejor prevenir

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Ana.

Lunes.
20:30 hrs.

—¿Esté? —Preguntó mi amiga— Me encanta, ¿Qué opinas?

Me limité a mirarla y asentir con la cabeza, no muy convencida.

—¡No! —Gritó— Voy a parecer re fea. —Se dio vuelta para señalar otro vestido— ¿Ese?, ¡Si! Mejor.

Seguí con la mirada a mi amiga, corría por todo el cuarto, revolviendo todo.

— ¿Pelo planchado? —Me preguntó— ¡Ay! ¿Qué hago, Ana?

Me levanté del pequeño sofá para llegar hasta ella— ¿No tenías todo listo? —Traté de no reírme— Pensé que ya estabas decidida.

Mi amiga fija su vista en mis ojos, los míos muestran un poco de diversión por la situación, mientras los de ella son de fastidio.

—¡Si! —Dice— Estaba todo listo, pero no estoy convencida. —Juega con sus manos— Quiero que todo sea perfecto, es mi noche.

Le sonrió de forma dulce y Justo cuando estaba por argumentar algo, una voz se escucha detrás de nosotras.

—Sos hermosa, Lana.—Dice—Tranquila.

No es necesario que me dé vuelta para reconocer esa voz, sin embargo, lo hago.

Franco está parado en el marco de la puerta, cruzado de brazos, mirando directamente a su hermana.

Ella sonríe — ¡Gracias! Sos el mejor—  Suelta

Me tomo el atrevimiento de mirarlos, y sonrió por inercia, ellos prácticamente son mi familia, amo verlos bien.

—Bueno —Dice mi amiga— Voy a seguir buscando. —Le sonríe a su hermano y se da la vuelta para irse al armario.

— Entonces mejor no molestarte—Le dice de forma graciosa, luego me mira— Pero a vos si, ¿Podemos hablar dos segundos?

Asiento, sin entender muy bien la situación.

Franco suelta una risita al ver mi cara— Tranquila, no es nada grave —Me dice— Te la robó un segundo. —Le grita a su hermana—

Lana, que está metida en su mundo, sólo hace un ademán con la mano.

Fran me mira— ¿Vamos? — Pregunta, a lo que yo acepto para luego seguirle.

Bajamos las escaleras, donde aún están mis primos, aunque estos se encuentran en el comedor, se escuchan sus voces y tal parece que se engancharon con una película.

Pasamos por detrás de ellos para dirigirnos a la cocina, y si , están mirando rápidos y furiosos 8.

Cuando llegamos, Franco me ofrece algo para tomar, a lo que yo le rechazo, él saca de la heladera una botella de agua y se sirve un poco.

—¿Pasó algo?— Pregunto logrando romper el incómodo silencio— Me asuste bastante.

El deja el vaso en la mesa y me mira—No,— Dice— Es por Lana, me preocupa que esto la esté afectando.

—La verdad, yo también estoy un poquito angustiada—Dije— Se lo está tomando muy literal todo.

Franco asiente con la cabeza, despacio, mientras mira un punto en el suelo.—Estaba un poco más tranquilo cuando la escuché decirte que tenía todo listo—Alza la vista— Ahora la veo así y me estreso yo. No pensé que le importara tanto.

Evitó reír por su comentario— Pero, cuando vos asistías, estabas re tranquilo, ¿No?.

— Si, ponele.— Se rasca la nuca— La verdad es que no me importa mucho esto, no quiero ser parte de esa "sociedad".

Sonrió con sinceridad.

—Por eso te llame, estaba pensando que sería mejor tratar de convencerla de que no vaya.

Lo miro incrédula— ¿Estás loco?— Suelto— Es lo que más espero.

El medita su respuesta— Ana, yo sé que parece una locura, pero ella no debe ir, yo ya fui parte de eso, por suerte conocí a Dios y logré salir.— Me mira dolido— No es un buen ámbito.

Yo no podía argumentar nada. El fue parte de esos bailes, aunque nunca le había preguntado nada al respecto, tenía un poco de información de Lana.

—Te entiendo Fran, pero ella no se va a dejar llevar por esa gente.—

El se ríe, pero esta vez sin humor alguno, con tristeza mientras supongo que recuerda lo que vivió—Lana es muy fuerte, pero yo no. No quiero verla sufrir, no me lo perdonaría—

—Hay algo que no entiendo, ¿Por qué ella fue a tantos y no cayó en nada?—

—Porque cuando ella se sentía sola, yo estaba a su lado, como su hermano y mejor amigo—Continúa—Simplemente se quedaba conmigo, Acepto que se llevaba bien con algunas chicas pero era lo máximo, no tenían la mejor relación, vos sabes el bullying que sufrió, ella misma te lo contó.—Tomó aire— No tengo miedo de lo que pueda pasar, la conozco y sé que se sabe defender, tengo miedo de que entre en algo que no pueda salir.

—¿ Y si vas a este? —Solté—

El vuelve a mirar el piso— Ya no es lo mismo, ya no siento paz, y no lo disfruto para nada. Además de que tengo prohibido ir después de lo qué pasó la última vez.— Mira el techo—El problema es Lan y mis ex-amigos, que cuando la vean van a tratar de hacerle lo mismo que a mí.— Suspiró— Te lo repito, Ella es mucho más fuerte y valiente que yo, pero ahí nadie se salva.

Otra vez, decidí no preguntarle, solo asentí con la cabeza.
—Bueno, supongo que es verdad—Comenté—Pero..tengo otra pregunta.

Franco rió , me conocía tan bien como para saber con qué disparate iba a salir.

—Si le insisto en que no vaya, me prometes que no me va a matar, ¿No?— Asintió— Entonces te ayudo.

Se escucharon pasos, y luego dos voces retumbaron mis odios.—Nosotros también—Gritaron mis primos.

Me tape la cara con la mano. —No— soltó franco— Se lo pedí a Ann porque sé que es la única que puede hacer entrar en razón a Lana sin hacerla sentir que la estamos obligando, es lo último que quiero.—Miró a mis primos—Chicos, los quiero pero déjenla a su prima, si le dicen a Lana lo que hablamos puede llegar a malinterpretar todo.

Ambos asintieron y vivieron a la película, sorpresivamente, se lo tomaron muy bien.
—¿Cuanto les puede durar el secreto?—soltó Fran.

Yo sonreí— No lo sé, supongamos que lo suficiente— ambos soltando una risita.

Espero que Lana comprenda.
Espero.

Como sobrevivir a la secundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora