Capitulo 1

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La noche caía en las calles de tokyo, las brisas eran heladas y el pasto era regado por los aspersores. Mientras un empresario llegaba por fin a su casa, luego de una larga jornada de trabajo, se tiró en su sofá y sacó su celular de su bolsillo, se colocó sus audífonos y escuchó música a su gusto. Prendió la televisión sólo para ver las noticias, pausó la musica y le prestó más atención a el televisor.

– Aah.. Por fin en casa.-suspiró aliviado- Wow.. ¿En serio, otro crimen? -era sarcástico- como si eso fuera algo nuevo..

Dobló un poco su cuello y hasta que se escuchara un crujido, no tan fuerte. Estaba agotado, sin embargo debía ir a comprar sus cosas al supermercado. Rezongó y se levantó, pero antes de salir se cambió de ropa.
Ya en el supermercado veía lo que debía comprar, su mente sólo decía una cosa:

« Casa, casa, casa..» Una y otra vez pensaba lo mismo.

Cuando su carrito de supermercado estaba casi lleno, fue a ver los vinos. Pero cuando no sabia cual elegir un extraño, pequeño y extremadamente abrigado, no se le veía el rostro, le dijo cual elegir y curiosamente era el mismo que vegetto elegía siempre.

– Gracias..-tomó el vino y lo dejó en el carro- ¿No tiene calor?

– ¿De qué habla?.-dijo tomando un vino-

– Bueno, esta muy abrigado por eso lo digo..-sonrió y alzo su mano en forma de saludo formal- Mi nombre es vegetto, un gusto conocerlo.

Él se quitó la gorra y una mascarilla, completamente negra, lo miró y tomó su mano.

– Un gusto, mi nombre es gogeta. Algunos me dicen señor pero dime gogeta.-soltó su mano y lo miró hacia arriba al ser más bajito- bueno, debo irme se me hace tarde y tengo a unos amigos esperando en casa..

– Oh, claro. Lo siento si te hice perder tiempo..-rascó su cabellera y suspiró-

– De echo.. Eres la persona más agradable que e conocido..-sonrió y se despidió con otro apretón de manos-.

Vegetto lo miró irse, cuando por fin iba en el taxi en camino a casa alguien lo llamó a su celular, un compañero de trabajo.

– Sí.. Hola, raditz.... Ahora voy a casa... Ok, gracias por la información nos vemos mañana.. Claro, allí estare.. Vale, adiós.-colgó la llamada- Aquí, por favor.

Cuando entró a casa dejo las bolsas y las acomodó en su refrigerador, claro sin las bolsas de plástico. Otra vez, prendió el televisor y vió las noticias pero se sorprendió al ver que con la persona que habló en el supermercado era un famoso bailarín, en realidad a vegetto no le interesa mucho el baile porque él sólo escuchaba música.

– ¿Famoso? Jamás había escuchado hablar de....-se pausó un momento de recordó, chispeando los dedos- entonces él es de quien hablaba mi jefa con tanta emoción..

Se fue a dar un baño, cuando de pronto empezó a sonar su celular. Ya bañado y secado, vió su celular y se impresionó, era una foto de él y gogeta. En realidad, le impresionó demasiado.

« Vaya, las noticias vuelan en esta actualidad..» Pensó y suspiró.

Cuando buscó el nombre «Gogeta» en el buscador de Google. Había mucha información para empezar tenía 36 años, igual que él, cabello rubio y su estatura era de 1.68 no tan alto pero tampoco tan bajo. Luego de ver muchas cosas de él, contando los bailes. Sus ojos empezaron a arderles por el brillo del celular. Le gustaba como vestia, era a la moda pero antiguo a la vez. Otra llamada.

– Agh.. Otra vez..-dejó sonar el celular, hasta que se colmó y contestó- qué quieres... No, no, no, claro que no! Estas loca!.. Has lo que quieras es tú vida, no la mía..-colgó- Maldita..

Luego de tirar su celular, apagó el televisor, comió un poco y se fue a acostar. Cerró los ojos pero los volvió a abrir por el sonido de su celular.

– ¿Qué pasa aho...-dejó de hablar al ver que era un Watsapp y de un número desconocido- ¿Quién es?..

Desconocido.

Hola.

¿Quién eres?

Soy gogeta
De seguro te preguntas
Cómo tengo tu número
Bueno pues en la internet
me salió.

Claro, bueno..
Quería decirte o
más bien preguntarte
¿eres un famoso bailarín?

Oh, sí
Adivino salió en la tele

Sí! 💙
Bueno es tarde,
Buenas noches.

Buenas... Noches
Descansa, hasta mañana.

–Fuera del chat–


Ya terminada la charla o la pequeña conversación. Vegetto se fue a dormir, muy satisfecho por hablar con él pero gogeta estaba confundido por el corazón que le envió. De seguro fue una equivocación, de todos modos es sólo un corazón ¿cierto?.
La noche pasó tranquila y sólo escuchándose los autos, ambulancias, etc. Pero nada podía despertar ni a gogeta, ni a vegetto.

Hasta La Última EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora