Mi Demonio Favorito.

Ángel y Demonio.

Ella quizá un ángel, él efectivamente un demonio.

Ella era una chica un tanto peculiar , donde su verdadera belleza se encontraba en sus sentimientos y en el candor de su alma. Ella era un ángel cansada de tanta de paz, necesitaba vivir y sentir ciertas emociones para agitar un poco su mundo. Ella de sentimientos nobles, sin malicia se enamoro de cierto demonio.

Él ya un demonio con ciertos infiernos, la cautivó y la sedujo con sonrisa perversa y mirada profunda. Él aún siendo demonio se volvía ángel a su lado, ella calmaba sus infiernos y lo llevaba por el limbo tomados de las manos. Ella creía estarlo cuidando, ayudando y mejorando pero la realidad es que nada llenaba sus vacíos y él seguía siendo quien era y fingía ante ella.

Ella siempre dudo de enamorarse de él, algo muy dentro le decía que fracasaría y que él solo se burlaba de su ingenuidad y sus deseos de ayudarlo.

Y es que en sus brazos ella se sentía segura, protegida y amada, ella sentía paz aún estando en el infierno con él, ella lo amaba, ella quería curarle el alma y enseñarlo a amar como a él no lo habían enseñado jamás. En cada beso, en cada abrazo, cada caricia, cada mirada ella intentaba mostrarle el amor que le profesaba, para él no era suficiente.

Después de tantas mentiras y verdades descubiertas, a pesar de que se distanciaran físicamente ellos seguían pensándose, escribiéndose y llamándose, ella aprendió a llamarlo con el pensamiento y él a sentir su llamado, cuando más lo extrañaba él aparecía para alegrarlo todo, para devolver la ilusión que ella tanto anhelaba. 

Ella sabía que no era el compañero correcto pero aún así se arriesgo porque entre tanto caos ella fue feliz mientras duro.
Él le fallo, ella se enamoró y él se burlaba, donde ella veía amor él solo veía lujuria, ella lo besaba con amor y el con deseo, ella lo miraba a los ojos y le decía "te amo" él también se lo decía pero de su boca solo salían mentiras, ella lloraba y el se reía. 

Hoy, ella sigue hablando con él y aunque el amor no sea el mismo sus ganas de curarle el alma y verlo feliz son mayor que su tristeza.