26. Ataque al presidente.

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JB se vería hoy con Yang Suk, ya se había planeado todo, a unas horas de que Corea del Sur se quedaría sin presidente, JaeBeom iba en contra de su voluntad, no quería que nadie de sus amigos saliera lastimado, ya no más por lo que tenía que seguir haciendo lo que Yang Suk le pedía.

Se había encargado lo suficientemente de dejar casando a Mark y se aseguró de que estuviera dormido profundamente, era cerca de las 12 de media noche, el resto de los miembros ya descansaba, por lo que fue fácil salir de casa.

Iba de camino al edificio de Yang Suk por primera vez estaba nervioso, probablemente acabe muerto, es el maldito presidente la seguridad que haya en la residencia debe ser grande, es imposible que dos idiotas salgan vivos.

Mark en cuanto escuchó el motor del coche se levantó rápidamente, se vistió y salió de su habitación para encontrarse con Marshall.

— ¿Por qué has tardado? — cuestionó Marshall.

— Estaba desnudo, tenía que volverme a vestir.

— Rayos, hubiera entrado  — cruzó de brazos.

— Déjate de tonterías y vamos — empujó a la chica directo a la puerta.

Salieron de la casa directo al coche que había dejado Marshall a unas cuadras de distancia, ambos subieron al coche, con Mark al volante recorrieron unos kilómetros más y se detuvieron en una pequeña casa deshabitada y algo vieja, estaba lejos de la ciudad por lo que no habían nadie alrededor.
Rápidamente entraron y habían un par de maletas, era el equipo necesario para la misión, su uniforme se trataba de un traje color negro que cubría todo su cuerpo de una tela gruesa pero fácil de llevar, se colocaron un chaleco antibalas y por último cubrieron su cara.

— Hace mucho que no hacíamos una misión juntos — dijo Marshall.

— Cierto, ya han pasado varios meses desde que salí de Estados Unidos.

— Es bueno que estemos juntos — nuevamente se acercó para besar sus labios para el americano resultaba incómodo sabiendo que estaba con JB, pero lo dejó pasar no era momento para hablar de ello.

Salieron de aquella pequeña casita para nuevamente adentrarse en el coche, las manos de Mark temblaban más a medida que se iban a acercando.

— Marshall, por lo que más quieras no vayas a herir a JaeBeom, por favor, recuerda es solo sacar al presidente de ahí y vuelta atrás ¿De acuerdo? — estaban llegando a la residencia del presidente.

— Entendido, Mark. No planeo herir a nadie a menos que te hagan daño, si alguien te lástima, la masacre comenzará — tomó sus armas.

— Tranquila estaré bien — rió.

Bajaron del coche metros antes donde se había planeado, se escuchaba todo tranquilo y sí había mucha seguridad, si alertaban a todos probablemente esto no saldría nada bien.

Mark ayudó a que Marshall pasara la barda para después él, habían entrado finalmente a residencia, el edificio no estaba muy lejos de ellos pero si había mucha seguridad. Había una puerta trasera donde se encontraba dos tipos y arriba de ellos había un balcón, Marshall tomó dos piedras, una la aventó hacia la izquierda y la otra hacia la derecha, de esta manera los tipos de seguridad se separan de ese punto, rápidamente Marshall aventó una cuerda que quedó atrapa en uno de los barandales, ambos subieron antes de que los de seguridad regresarán a su puesto. La puerta que tenían delante daba a un gran pasillo por suerte estaba despejado pero debía de haber alguna cámara escondida. A lo lejos se veía otra puerta que podía ser la habitación del presidente.

— Si entramos como lunáticos tumbando la puerta, todo se va a la mierda — dijo Marshall.

— Mira — señaló la entrada de una ventilación. — Igual y hay una que da directo a su habitación.

Agents G.O.T.7 - MarkBeom/BmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora