Agents G.O.T.7 - MarkBeom/Bmark

27. Ve tú.

JaeBeom y Yang Suk iban en el coche a velocidades alta, dando vueltas en cada calle para perder a quienes los iban siguiendo.

— ¡Maldita sea! ¡Estábamos cerca! — gritó Yang Suk. — ¿¡Por qué chingados no dejaste que lo matara?!.

— ¡¿Para qué?! De todas maneras no ibas a conseguir la presidencia y sólo ibas a conseguir que todo el mundo nos buscara hasta por debajo de las piedras, mucho más de lo que hacen ahora.

— La CIA nos está buscando ¿Tienes algo que ver Jay Jay? — dirigió su mirada a JaeBeom.

— ¿¡Por qué mierda tendría algo que ver?! — golpeó el Volante.

— ¡No sé! ¿¡Quizá porque uno de ellos te salvó?!.

— No me salvó, yo hice que él se diera la vuelta y recibiera el impacto — mintió, a decir verdad él no tenía ni idea de lo que pasó en ese instante en el que estaba listo para morir, en vez de que lo lanzará o dejará que recibiera el impacto el tipo se interpuso, ¿Seguirá vivo? No estaba tan seguro de donde había recibido la bala, solo recuerda que este cayó y el gritó de su compañera... ¿Compañera?.

— Los de la CIA eran dos ¿Cierto? Un chico y una chica. — preguntó JB.

— Si uno de los dos era chica, yo peleé con ella — afirmó Yang Suk — ¿Por qué la pregunta?

— Curiosidad, nunca había visto una agente.

JaeBeom trataba de armar algo coherente en su cabeza ¿Podría ser posible que... Fuera Mark y Marshall? Aquella voz conocida por parte del chico, la vez en que Marshall habló en privado con Mark. No podía ser posible, Mark no era capaz de engañarlo de esa manera, ambos luchaban por liberarse de Yang Suk y Mark lo apoyaba, lo amaba y se preocupaba por él, de ninguna manera podría ser Mark.

Dejó a Yang Suk en su casa y él se dirigió a la suya, por si las dudas tendría que averiguar si Mark había salido de casa, manejaba lo más rápido que podía hasta llegar a su destino, dejó el coche para adentrarse a casa y después a su habitación, ahí estaba su querido Mark tal y como lo había dejado la última vez, su delgado cuerpo desnudo siendo cubierto por aquellas sábanas blancas, sintió un alivio al verlo y dejó pasar aquello que pasó por su cabeza dejando como una mala jugada de su mente.

Mark no sería capaz de eso... Pensaba.

Se adentró en la cama para estar con él, abrazarlo y besarlo un infinidad de veces haciendo que su americano despertara.

— ¿Que pasa? — dijo con su mirada adormecida.

— Nada — se acercó para besar los labios del americano. — Tengo ganas de ti.

— ¿Qué hora es? — preguntó pero lo ignoró.

— Ven aquí — lo tomó de la cintura para sentarlo a horcajadas de él para seguir besándolo.

Subió sus manos hasta las costillas del americano y apretó la derecha donde había golpeado al agente de la CIA.

Por dentro de Mark, maldecía a todo el mundo aguantando el dolor, le había dado un fuerte golpe por lo que si tenía un grado de dolor alto, así que reaccionó moviendo sus caderas para que JB pudiera hacer otro movimiento.

Estaba muy cansado para que el coreano hiciera de las suyas. El también debería de estarlo ¿Por qué insiste tanto?.

Un rayo de luz salió por la ventana, estaba amaneciendo.

— Mark ¿Te puedo preguntar algo? — se detuvo JB con sus besos para mirarlo.

— Claro ¿Que pasa?.