38

607 40 6
                                    

||🤒||

Que rápido pasa el tiempo cuando estudias y trabajas, ya han transcurrido dos meses en los que he estado sin parar.En cualquier momento colapso, a poco no. Espero que nunca, que dolor después, me costarán días de descanso.

Todo transcurría relativamente bien hasta que veo que el señor Chae me entrega un sobre blanco. Incomprendida le miro esperando sus palabras a lo que él con vacile pronuncia "tu último sueldo", cosa que me dejó anonadada. El despido fue justificado, yo de mensa no leí lo que firme. Sale explícitamente que mi contrato a finalizado llevándome a casa una no tan grande compensación. Al menos podré comprar cosas para la casa y mi bebé.

—son 41.00₩—dice el señor de la caja registradora.

—aqui tiene—le digo entregandole el dinero correspondiente para luego coger las bolsas.

En estacionamiento escucho un sonoro y delicado "Yong", para mi sorpresa se trata de la mamá de Jae. Que idiota he sido, no la he ido a visitar.

—mira cómo estas...—me dice con un tono preocupado.

—estoy bien—le digo forzando mi mejor sonrisa.

Insistí en invitarla a un café para conversar tranquilamente, pero mamá Im me mandó directamente a casa para dejar las cosas. Me siento una bebé por su fuerte actitud.

—que bonito departamento—comenta la mujer entrando.

—siéntase donde quiera—le digo llevando las bolsas a la cocina.

Todo iba bien hasta que me siento en el sofá sintiendo aquella fuerte mirada. Oh no, ya viene el interrogatorio.
Tras la serie de preguntas que he logrado respuestas a mi favor me engatusó haciéndome caer en mis propias muletillas.

—no me va mal en la Universidad...y sobre cómo pago el alquiler ... he estado trabajando.

La mujer a mi lado articula "Im Jae Bum", con cierto enfado.

—¿has hablado con Jaebum-ah?—pregunta sonriente.

Niego defendiendome con el argumento de que "he estado ocupada". Ella, preocupada, pasa su mano sobre mi rostro con cariño; con aquella mirada de lástima y compasión.

—mi niña,te esfuerzas demasiado.

—me despidieron,¿sabes?—admito desanimada.

—¿qué se cree?—musita con ira.

—es mejor,digo,ya estoy mejor en mis horarios.

—estás ardiendo en fiebre—dice con su mano en mi frente.

—se me pasará—le digo levantándome del asiento

—Yong—pronuncia.

He escuchado ese "Yong", ese tono hizo que mis vellos se pusieran en punta. Estoy en problemas.

—¿has tenido fiebre antes?

—No...

—Yong.

—quizás si se me haya subido la temperatura de vez en cuando, pero...—soy interrumpida por un golpe en el brazo seguido de un grito de ella.

—¡Aish!esta niña.Ve a acostarte ahora. ¡Shin,dile!—le dice a mi bebé quien se levantó a beber agua.

A regañadientes me dirijo al cuarto. Me despojo de mi ropa cambiandolo por algo más fresco; una camiseta y pantaloncillos. De un momento a otro la señora Im me cubrió la frente con un trapo húmedo. En casa sólo tengo pastillas para mi periodo, por lo que mamá Im se enojó diciendo que ya venía, que iba por medicina y comida, ya que falta su típica sopa de pollo para levantar muertos.

🌙YONG  || PARTE IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora