Tercera parte.

13 3 0
                                    

Para ( D )
Confesión.
Mi corazón confuso.

Era la sensación más extraña e inmensa que pude llegar a sentir, sabía lo que quería y ala vez lo que me evadía; Tomé la salida fácil tratando de crear una idea falsa, errónea. Jamás lo quise, jamás lo ame, me lo repetí mientras lo miraba, al sentirlo tan cerca.

¿Que si era mi tortura? Era mucho más que eso, era lo que encendía mi cuerpo, mi alma, mi mundo. Quién diría que bajo ese rostro que me volvía loca guardaría su mejor arma, con tan solo un chasquido puso mi mundo a arder junto con todo lo que soy, en una milésima de segundo mi mayor amor se convirtió en mi peor enemigo.

DULCE TORTURA.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora