Libra I

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Rey entra en la casa. Es pequeña, con lo básico: una cocina, un baño, un par de habitaciones, pero un gran salón donde caben cómodamente todos los miembros de La Resistencia. Desde la entrada puede escuchar a sus compañeros hablar y reír. Avanza por los pasillos hasta llegar a ellos, que están en el salón hablando alegremente. Hay marcos de fotos colgadas por las paredes, donde salen miembros de la resistencia sonrientes; una gran chimenea en el centro (apagada en esos momentos) y un gran número de sofás y sillones marrones donde la gente estaba sentada. Rey divisa a Finn junto a Poe en uno de los sillones y se acerca a ellos.

- ¡Rey! - Poe se levanta y la abraza -. ¡Pensábamos que te habías perdido! Finn te ha mandado algunos mensajes y no contestabas.

- Es que he salido con el tiempo muy justo - responde ella, intentando quitarle importancia.

Se sienta junto a Finn, que pasa un brazo por encima de su hombro y le tiende una bolsa de chuches. Ella coge una gustosamente.

Poe camina hasta el centro de la sala, dispuesto a hacerse escuchar, aunque lo tiene difícil porque todos los demás están hablando entre ellos.

- ¡Chicos, ya estamos todos! - grita Poe. Poco a poco la gente se va callando hasta no oírse más que un murmullo -. Quiero dar la bienvenida a los nuevos miembros de esta hermandad: Rose Tico, Tom Erso, Finn ... - se para porque no sabe su apellido y le mira -. Finn, amigo, no sé tu apellido... y ¡Rey Jakku!

Todos aplauden tras escuchar cada nombre. Rey está sonrojada pero está contenta.

- Y además tenemos esta noche a nuestras jefas. Las jefas más guays, las más guapas, las más maravillosas...

- ¡Dameron!, ¿tú no cambias verdad? - se oye una voz desde la cocina.

Poe y todos ríen. Entran en el salón Leia Organa y otra mujer alta con el pelo de color morado.

- Estábamos cortando las pizzas, espero que haya suficiente para todos. Y la bebida está en la nevera - dice la mujer con el pelo de aquel color tan llamativo.

- ¡Nuestras queridísimas Leia Organa y Amilyn... Holdo!

El grupo aplaude efusivamente y grita ante los nombres de las dos mujeres. Ellas les mandan callar, con una sonrisa en la cara. No es oportuno que ya monten escándalo nada más empezar el curso.

- Queridos niños, os hemos echado de menos - comienza Leia -. El verano bien, ¿no?

Ahora un gran tumulto de voces se eleva, respondiendo con un sí alegre de varias voces distintas a la senadora.

- Me alegro - continúa ella -. Bueno, para los nuevos miembros de esta hermandad, Amilyn y yo somos las jefas de La Resistencia. Organizamos el equipo, nos encargamos de los patrocinadores que estén interesados y dirigimos la hermandad intentando que todos estéis a gusto y os sintáis como en casa. Aquí nos cuidamos los unos a los otros, somos un equipo y una gran familia. Y por supuesto, trabajamos duro. Hace años que La Resistencia no gana la copa de hermandades. Pero este año, si nos esforzamos y nos apoyamos, podremos ganarla. Hay que tener esperanza.

Todo el mundo aplaude.

- Además, ya sabéis que podéis contar con nosotras, si tenéis algún problema, si necesitáis hablar con alguien... Estaremos ahí, ya lo sabéis. Y ahora, a disfrutar de la cena.

Algunos miembros se levantan y traen al salón las cajas de pizza, dejándolas en una mesa que hay en una esquina. Reparten vasos y las bebidas. Holdo y Leia toman asiento entre los chicos.

Rey está feliz, comiendo trozos de pizza y hablando con sus compañeros. Algunos se habían sentado en el suelo y hablaban entre ellos.

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The Force UniversityWhere stories live. Discover now