Epílogo.

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Me encontraba en mi cama , ya Ángel había llegado de la escuela, ambos estábamos comiendo helado y viendo televisión. Me sentía horrible y no, nada que ver con Jos, bueno en parte si.

—¿Ángel me podrías buscar unas Papas a la cocina? —pregunté , mi hijo desganado fue y las buscó. Últimamente estaba comiendo mucha comida chatarra lo cual no era bueno para mi salud.

Continuamos viendo televisión mientras comíamos comida chatarra, lo sé, soy la mejor madre que puede existir.

Ya era noche y aún nos encontrábamos en la cama viendo televisión y comiendo comida chatarra, enfermaríamos lo sé, pero mi estómago solo pedía eso. Jos aún no llegaba y eso me preocupaba , se suponía que debía estar en casa.

—Mami, ¿Por qué papi aún no llega? —preguntó Ángel curioso. Me encogí de hombros , aunque estaba preocupada.

(...)

Jos había llegado al fin, me trajo un ramo de flores y unos globos , no se a qué se debía esto, estaba en shock, que yo sepa no era ningún día especial.

¿Acaso había olvidado algo?

—Jos ¿Que... que es esto? —pregunté asombrada. El sonrió y me besó. No entendía nada de esto.

¿Qué rayos ocurría aquí?

—Solo es un lindo y grato regalo, pensé que sería algo muy bonito. ¿Te gusta? —dijo sobre mis labios. Sonreí y asentí para volver a besarlo.

Ángel salió a ver todo, sorprendido, pero sonrió al vernos a Jos y a mi en la posición que estábamos.
Fue y nos abrazó, nos separamos y Jos nos observo a Ángel y a mi confundido.

—¿Que les ocurrió a su ropa? —preguntó confundido. Ángel y yo nos vimos un poco asustados. Jos nos había prohibido comer comida chatarra ya que no era muy saludable. Ambos nos quedamos callados mientras que Jos nos observaba con una ceja enarcada.

—Mami ¿corremos? —preguntó Ángel mirándome, asentí y corrimos para dentro de la casa, Jos nos siguió corriendo por igual.

Recorrimos toda la casa, Ángel se había escondido y yo buscaba donde esconderme, escuchaba los pasos de Jos y eso me desesperaba.

—Te tengo. —dijo tomando por la cintura , me sobresalté. Al verlo sonreí, era un lindo momento para decirle.

—Jos... —hablé misteriosa, el me miró preocupado. —Estoy embarazada. —dije sonriendo, el me miró sorprendido, sus ojos estaban más grande de lo normal, su boca estaba entre abierta.

—TENDREMOS UN BEBÉ. —gritó como loco por toda la casa. Reía hasta no parar, Ángel salió de su escondite confundido.

—¿Que dijiste? —preguntó Ángel, Jos lo cargo y me dio muchas vueltas.

—Dije que ya no serás hijo único. —dijo Jos con una sonrisa. Ángel salto sobre Jos y ambos empezaron a gritar como locos.

De tal palo, tal astilla.

Nos encontrábamos todos en mi cuarto, los hombres de la casa ya se habían calmado, por suerte. Veíamos una comedia, Jos y Ángel reían a cada rato. Yo reía por la risa de ellos la cual era muy graciosa.

(...)

—JOS... —llamaba desesperada, me encontraba en las escaleras. —JOSÉ MIGUEL. —el apareció en seguida en donde yo me encontraba, parecía molesto. Odiaba que yo lo llamara por su nombre. —Debemos ir al hospital. —dije quejándome un poco. Se suponía que los dolores de parto comenzarían a aparecer en tres o cuatro días.

Sentí un líquido correr por mis piernas, Jos miró asustado. Sabía lo que significaba , había roto fuente.
El se asustó y corrió a la habitación a buscar cosas, se notaba muy nervioso, yo solo me quejaba y trataba de aguantar hasta que el fuera por mi. Eran unos dolores muy intensos.

—Llaves, ropa, llamar a mis padres, llamar a Alonso, seguro médico. Estoy listo. —dijo bajando las escaleras, salió por la puerta principal.

¿Que?

—Cierto, _____. —dijo entrando de nuevo a la casa y me cargó, me removía bastante en sus brazos, era un terrible dolor. —Bien amor , solo aguanta aquí, iremos al hospital. —dijo entrando a la puerta del conductor, yo me encontraba detrás, quejándome del terrible dolor.

Jos conducía terriblemente lento, cual me desesperaba aún más. ¿Que acaso no veía que estaba a punto de dar a luz?

—JOS ¿PODRÍAS CONDUCIR MÁS RÁPIDO? —grité un poco enojada.

—Tranquila amor, solo....

—CÁLLATE Y CONDUCE MAS RÁPIDO. —grité de vuelta.

Ya había dado a luz, era una hermosa niña, no podía definir aún a quien se parecía, pero estaba muy feliz. Jos entró en la habitación donde me encontraba y sonreía ampliamente, me abrazó y también a la bebé. Se veía muy feliz, nunca lo había visto así.
Ángel entró a la habitación emocionado y se dirigió a mi a abrazarme, vio a su hermanita en mis brazos y sonrió.

Jos se encontraba observándola con la mirada un poco perdida.

—¿Cariño estas bien? —pregunté preocupada.

—Si, solo estoy tan feliz de tenerlos a ustedes. —dijo casi en un susurro, sus ojos estaban cristalizados, y sus lágrimas cayeron por sus mejillas, se veía tan tierno. Me besó y luego la cabeza de nuestra hija y por última a Ángel. —No me alejaré nunca de ustedes, lo prometo. —dijo sobre mis labios, sonreí.

Era el momento más feliz de mi vida. En el pasado tuve tantos tropezones que jamás pensé que en algún momento de la vida serían tan feliz como en ese momento. Sin duda alguna aceptar ese trabajo fue lo mejor que me pudo pasar.

—Siempre serás Mi sexy empleada. —dijo sonriendo, lo besé cortamente.

Esto era tan hermoso. Jos canela robó mi corazón.

//Les dejare este usuario por aquí otra vez 👉🏽@BitchOnFire05 , está escribiendo una maravillosa historia que creo que les encantaría leer. Cuento con que irán a votar y comentar. Nos vemos.//

Mi Sexy EmpleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora